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Clínica Bioláser La Moraleja analiza las manchas cutáneas más comunes y cómo tratarlas

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La Dra. María Calvo, dermatóloga de Clínica Bioláser La Moraleja, analiza los distintos tipos de manchas cutáneas según su origen y los factores implicados en su aparición, así como la manera de tratarlas.

 

Léntigos solares: tienen su origen en quemaduras solares previas, a menudo producidas durante la infancia o adolescencia. Son las manchas solares más frecuentes. Se manifiestan como “pecas” más grandes, que confluyen unas con otras y que van aumentando en cantidad, tamaño y color con el tiempo. “El pigmento se localiza en capas de la piel muy superficiales y se eliminan fácilmente con láser Q-swich”, explica la Dra. Calvo. Cuando hay muchos léntigos juntos, una opción es tratar previamente con IPL para unificar el tono y posteriormente utilizar el láser en las manchas más resistentes.

 

Melasma: Se trata de una mancha de origen hormonal (embarazo, anticonceptivos orales…) con una distribución más profunda y difusa, sobre todo en mejillas y labio superior. “Al ser más profunda, resulta algo más difícil de eliminar con láseres y prefiero aplicar peelings despigmentantes”, apunta la dermatóloga.

 

Poiquilodermia de Civate: esta alteración de la pigmentación se suele localizar en los laterales del cuello, respetando la cara inferior del mentón, con áreas de piel rojiza o marrón, atrofia cutánea y telangiectasias vasculares. Aunque su origen exacto es desconocido, “se asocia, sobre todo, a la radiación ultravioleta crónica, a cambios hormonales de la menopausia o al uso de cosméticos y perfumes y, a continuación, exponerse al sol”, explica la Dra. María Calvo. “No resulta fácil eliminarla, pero el uso combinado de láseres vasculares, de pigmento y luz pulsada, en 3-4 sesiones consecutivas, con una frecuencia mensual, mejora mucho su aspecto”, añade.

 

Melanosis de Rielh: también conocida como dermatitis de contacto pigmentada. Consiste en unas placas de aspecto reticulado de tonalidad marrón-grisácea distribuidas en cara y cuello. El cuadro comienza con aparición de edema y eritema, posteriormente aparece la pigmentación. La causa es una dermatitis de contacto a diversos alérgenos presentes en cosméticos y en textiles. En este último caso, pueden aparecer manchas también en región axilar. La radiación UV también contribuye a su aparición en aquellos alérgenos que son fotosensibles. “Existen algunos casos tratados con láseres Q-swich Nd Yag con discreta mejoría, pero en general el tratamiento es poco eficaz”, explica la doctora.

 

Hiperpigmentación postinflamatoria: aparecen como consecuencia de procesos inflamatorios en la piel como heridas, dermatitis, quemadura, lesiones de acné o traumatismo postdepilación con cera o láser, etc, cuando se exponen al sol, lo que provoca un aumento de la producción de melanina y, como consecuencia, la aparición de este tipo de manchas.

Su color varía de rosa a rojo, a pardas o negras, en función del tono cutáneo y la profundidad del cambio de color, con bordes difusos, que aparecen en la zona donde ha habido inflamación previa. Pueden ser localizadas o difusas, en función del proceso previo. “Durante la exposición solar, es fundamental protegerlas con sticks minerales específicos, algunos de ellos también llevan tratamiento despigmentante incluido”, alerta la Dra. Calvo. Aunque tienden a resolverse solas, se pueden utilizar productos despigmentantes como la hidroquinona, retinoides o peelings de ácido glicólico.

 

Manchas café con leche: son irregulares, de color marrón y tamaño que oscila entre 1 y 10 cm, en su mayoría congénitas o que aparecen en la infancia temprana. Pueden aparecer aisladas o numerosas, más de 6, y en asociación a otras alteraciones neurológicas, oftalmológicas o endocrinas, por eso es muy importante la valoración dermatológica previa. Se suele emplear láser, con respuesta variable, y tienen tendencia a reaparecer.