Según explica Inmaculada Canterla, farmacética y directora de Cosmeceutical Center, “en invierno se producen más brotes de dermatitis atópicas. El frío produce una mayor fragilidad capilar, provoca la pérdida de agua en córnea y retrasa el ciclo de renovación celular, además de aumentar la sensibilidad de la piel”.
Por todo ello, la experta ha querido elaborar un práctico decálogo con el que ayudar a evitar y/o prevenir los efectos que el frío tiene sobre la piel:
– No hay que olvidar el uso del filtro solar en invierno.
– Utilizar cosmecéutica formulada con los siguientes activos por sus propiedades reparadoras, protectoras y regeneradoras como: aceites naturales vegetales, Vitaminas B3 y B5, Teprenona y Vitamina K2.
– Los hábitos alimentarios y el estilo de vida también influyen en la condición de la piel, por ello es importante una ayuda micronutricional con suplementos.
– Beber entre 1,5 y 2 litros de líquido al día.
– Las calefacciones no son beneficiosas para la piel. Por ello es aconsejable utilizar humidificadores ambientales en casa.
– Se aconseja realizar duchas (no baños) tibias y cortas. Además es recomendable utilizar aceites de baño, jabones “soap free”.
– En las duchas mejor no emplear esponjas ni frotar la piel. Y después, secarse con toques (no frotando la piel) con toallas de algodón.
– Es imprescindible utilizar crema hidratante a diario, después de la ducha, para evitar la sequedad (incluso, 2 veces al día).
– Después de hacer deporte es importante ducharse rápido, para evitar que el sudor reseque más la piel.
– Emplear tejidos que no irriten la piel (algodón y/o lino) más que otros que puedan irritarla (lanas y/o poliéster).