Las lesiones cutáneas fueron una de las características de la primera ola de la COVID-19. La Dra. Cristina Galván Casas, dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles (Madrid) fue una de las impulsoras del estudio COVID-Piel que en el pasado mes de abril categorizó todas las lesiones cutáneas que se estaban dando en pacientes afectados por este nuevo coronavirus en 5 tipos: maculopapulares, vesiculosas, urticariformes, pseudoperniosas (similares a sabañones) y livedo-reticularis-necrosis. Siete meses después, en el I Congreso AEDV Virtual Otoño 2020, parte de los autores de este trabajo analizan qué ha pasado desde entonces, qué queda por saber y buscan una explicación a por qué los pacientes COVID ahora no desarrollan estas lesiones cutáneas.
Sin lesiones cutáneas a la vista
Uno de los temas que se debatirán en esta sesión y que ya forma parte de los debates en redes sociales y entre colegas dermatólogos es qué ha pasado con las lesiones cutáneas que se veían con frecuencia en marzo y abril y que ahora, se puede decir, han desaparecido.
“Algunos autores han puesto en duda que un mismo virus pueda tener efectos tan distintos en la piel, pero para mí no varía mucho de lo que hace este coronavirus en otros órganos, con múltiples efectos”, explica la Dra. Alba Català Gonzalo, que fue otra de las coordinadoras del estudio COVID Piel.
Como señala esta dermatóloga del Hospital Plató de Barcelona, el SARS-CoV-2 necesita el receptor ACE2 para introducirse dentro de las células y en función del número de receptores de este tipo que tiene cada órgano se ven o no efectos sobre él a causa de este coronavirus.
Sin embargo, ahora se ven muchos menos síntomas cutáneos y ninguna manifestación acral tipo sabañones. “Durante el verano se han visto muy pocos casos, pero es que la incidencia de casos COVID-19 ha disminuido. Veremos qué pasa en esta segunda ola. No es fácil de hacer la comparativa porque en marzo y abril se estaban detectando el 10% de las infecciones SARS-CoV-2 totales, y ahora se detectan el 70% de los casos”, explica la Dra. Català Gonzalo.
Esta dermatóloga señala que esperable que al aumentar los casos se empiecen a diagnosticar estas manifestaciones cutáneas. “De hecho, los dermatólogos italianos ya empiezan a ver algunos casos. Sin embargo, todo apunta a que estas manifestaciones se dan en un porcentaje que se acerca al 2% de los pacientes ingresados, tal y como dijimos en nuestro estudio, un porcentaje muy inferior al que había dicho en el primer estudio italiano sobre el tema, que lo situaba en un 20%”.