Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, el 88% de las personas es consciente de que una exposición al sol excesiva aumenta el riesgo de cáncer de piel, pero sólo el 18% de la población la protege adecuadamente.
El Dr. Pierre Nicolau, cirujano plástico y estético, ofrece una serie de consejos para proteger la piel y evitar problemas futuros:
Hidratación en profundidad
Indica el doctor que: “la piel puede sufrir sequedad a consecuencia del sol, el agua de playas y piscinas e incluso del viento. Cuando la piel está seca, luce más blanquecina y, en algunos casos, provoca picores. Para dar solución a este problema lo ideal es hidratarla convenientemente, así estará más sana, suave y radiante”.
El experto recomienda “utilizar soluciones micelares para eliminar las impurezas de la piel, así como la utilización de un sérum hidratante antes de aplicar la crema de día. Estas cremas deben ser muy nutritivas, no grasas, con activos antiinflamatorios para calmar las irritaciones y contener antioxidantes para inhibir la acción de los radicales libres”.
Protección solar
“Todas las cremas de protección solar tienen un índice de protección de 15 hasta 50”, indica el doctor. “Es importante destacar que este índice no se refiere a la potencia de la protección sino a la duración de esta. Así, un índice 1 a 5 va a proteger aproximadamente durante 45 minutos, un índice 30 hasta 1 hora y media, y uno de 50, el más potente, no más que 3 o 4 horas. Los índices de más de 50 no implican una protección más eficaz. es muy importante entender que protegerse del sol significa hacerlo también cuando estamos caminando por la calle durante el día. Es decir, si salimos a las 8 de la mañana utilizando una crema de índice 50, esta no nos va a proteger más de 3 o cuatro horas por lo que a las 12 deberíamos volver a ponernos protección”.
Reducción el acné
A cerca de este problema, explica el especialista que: “durante los meses de verano el acné suele disminuir o desaparecer de la piel. El sol la seca y reduce los puntos negros que se producen por el sebo de la superficie cutánea. Sin embargo, este sigue estando en la piel, por lo que es necesario cuidarla para que con la llegada del otoño no vuelva a aparecer.
La aplicación de aceites esenciales y vegetales aportan numerosas vitaminas a la piel, que ayudarán a mantener una hidratación óptima, reequilibrar el pH y controlar la producción de sebo. Un peeling suave o un tratamiento con radiofrecuencia ayudarán a tratar las bacterias y la inflamación superficial que produce el acné, aunque estos tratamientos no deben ser utilizados durante el verano, debido al riesgo de que aparezcan manchas oscuras”.
Dieta sana y equilibrada
“La piel también necesita estar hidratada por dentro”, añade el Dr. Nicolau. “Seguir una dieta sana y beber al menos 1,5 litros de agua diarios son las bases de una correcta hidratación. Además, la ingesta de vitaminas ayudará a reducir el crecimiento de los dañinos radicales libres.
Las vitaminas A, C y E son altamente antioxidantes y están presentes en numerosos alimentos veraniegos. La vitamina C se encuentra en muchas frutas y verduras, sobre todo aquellas de colores rojos y verdes y en los cítricos. Además, tienen un alto nivel de carotenoides, que estimulan la melanina para un bronceado más bonito y ayudan a prolongarlo.
Por su parte, la vitamina A, que se encuentra de forma abundante en la mantequilla, el hígado, la yema de huevo y el queso, también ayuda a reducir el acné, además de ser un antioxidante natural. Mientras que la vitamina E, presente en los vegetales y también en aceites vegetales, nueces, almendras y otras semillas oleaginosas será esencial para proteger la piel de los rayos solares y de todo tipo de agentes externos que puedan dañarla”.