Comenzamos el año con la triste noticia del fallecimiento de una paciente a consecuencia de la mala praxis realizada en una liposucción y, posteriormente, supimos que el médico que la atendió tenía la especialidad de cardiología.
A partir de ahí, la duda que a muchos nos surgió es por qué, a estas alturas, cuando se trata de realizarse un procedimiento médico-estético hay quién todavía se pone en manos inexpertas, cuando eso es algo que no se nos ocurriría hacer con cualquier otra dolencia de nuestro cuerpo y más, sabiendo que en nuestro país tenemos un sistema médico de calidad y con reconocimiento internacional. Entonces ¿por qué hay quién relativiza el riesgo de las intervenciones de estética?, ¿por qué hay quién las considera “menores”?
También somos conscientes del boom de los tratamientos médico-estéticos porque además de estar sanos también queremos vernos bien, pero es responsabilidad de todos transmitir el mensaje de la importancia que tiene saber elegir en qué manos nos ponemos, porque no solo cuenta el coste económico del procedimiento. La prioridad debería ser buscar, a través de las distintas sociedades médicas, a profesionales formados en su especialidad, alguien que realice el tratamiento siguiendo unas reglas y sin saltarse los límites, por finos que estos parezcan, porque lo más importante es minimizar el riesgo para el paciente.
En algún momento de nuestras vidas, ya sea en tratamientos médicos, necesidades laborales, personales o contratación de servicios, hay quién solo mira la economía sin calibrar resultados, quién ve un gasto donde hay una inversión y cuando nos comportamos de ese modo es cuando dejamos de dar valor a la formación, experiencia y profesionalidad. Si eso lo hacemos casi todos en algún momento, entonces ¿qué nos hace pensar que los pacientes van a tenerlo en cuenta al realizarse un tratamiento?
Como prensa especializada del sector debemos informar con veracidad y rigor sobre los cánones y modelos de belleza y por eso, en este número, queremos resaltar la profesionalidad, poner en valor la experiencia y reivindicar la especialidad médica. Así lo constatan el Dr. Eduardo de Frutos en su artículo de opinión y la Dra. Petra Vega, presidenta de la SEME, que lo ratifica en su entrevista y estamos seguros de que también quedará refrendado en su Congreso Nacional en Málaga, donde todos nos reencontraremos.
¡Seguimos avanzando!