Desde el jueves 30 de junio al domingo 3 de julio se celebrará el 23 Congreso Ibero Latino-Americano de Dermatología (CILAD). Después de la concebida espera derivada por la pandemia, Madrid acogerá este evento bajo el lema: “todos bajo la misma piel” y se postula como el más importante de la Dermatología Ibero Latino Americana. Entrevistamos a su presidente, el Dr. José Luis López Estebaranz, quien nos desgrana el programa científico e incide en la idea de que: “la dermatología es una de las especialidades médicas que más ha avanzado y se ha diversificado en los últimos años. Cada vez son más los dermatólogos ibero latinoamericanos que figuran entre los mejores y más reconocidos especialistas internacionales. En este congreso tendremos la oportunidad de compartir experiencias, conocimientos y seguir avanzando juntos”.
¿Qué es CILAD y qué significa este Congreso de Madrid para la dermatología internacional?
Este evento, que en condiciones normales se celebra cada dos años, hacía 34 que no se celebraba en nuestro país y ésta será una oportunidad para reunir en Madrid a más de 3.000 dermatólogos de 23 países, dónde abordaremos las últimas novedades y todos los avances de la Dermatología tanto médica, quirúrgica como estética.
¿Qué novedades y ponentes destacaría?
Son muy importantes las nuevas aportaciones que se presentarán con grandes expertos de la especialidad, por ejemplo en dermatitis atópica, psoriasis, los descubrimientos de nuevas moléculas que influyen en las alteraciones de estas enfermedades crónicas que permiten limpiar de lesiones y hacen que el paciente pueda tener una calidad de vida normal. En el área de oncología hemos tenido un gran avance en el diseño de nuevas técnicas de diagnóstico mejorando la dermatoscopia y la microscopía confocal. También la inteligencia artificial nos aporta una enorme ayuda en la precisión de los diagnósticos. En el área de la estética estamos teniendo enormes avances en los dispositivos láser, tanto en pico segundos como en radiofrecuencia fraccionada. Láseres que realizan microcanales en la piel para vehiculizar distintos productos cosméticos o medicamentos para mejorar la piel. Además de las nuevas toxinas botulínicas para mejorar en estética. Son muchos los avances en enfermedades infecciosas o en el campo de la cirugía de Mohs con dispositivos que nos permiten optimizar los tiempos.
Por supuesto, no nos olvidaremos de todas las manifestaciones de la COVID en la piel, los avances en las vacunas sus repercusiones y los efectos que han tenido en nuestra área.
¿Se entendería hoy la dermatología sin la inteligencia artificial, cuál es su papel?
Es una herramienta más que se está introduciendo de una forma muy rápida. Ha venido para ayudarnos y para mejorar nuestra labor asistencial, ya que nos proporciona datos de forma más rápida y precisa para agilizar mucho el proceso asistencial. Tenemos el deep learning para extraer datos de las historias clínicas, pudiendo estratificar grupos de pacientes y optimizar los resultados de los tratamientos.
Uno de los temas de actualidad son las infecciones de transmisión sexual. Hoy se habla de la viruela del mono y el elevado aumento de patologías, como la sífilis, parece que nos llevan a otras épocas, ¿qué está ocurriendo?
La sífilis es una enfermedad que llevamos viendo desde hace mucho tiempo en dermatología y que se incrementó con el VIH.
La viruela del mono existía en zonas de África y ahora se ha extendido en diversos países de Europa. En la Comunidad de Madrid, los dermatólogos hemos visto a más de 500 pacientes con lesiones muy características y con manifestaciones cutáneas e inflamatorias que tienen su tratamiento.
Las ITS siempre han existido, con épocas en las que crecen y puede cambiar su estrato de población afectada, afortunadamente tenemos tratamientos eficaces para combatirlas, pero siempre hay que incidir sobre su prevención y el conocimiento de estas patologías.
Dermatología y láser hoy están unidos, ¿Cuál es su papel y qué le queda por avanzar?
Por supuesto que le queda mucho recorrido, aunque los que se están desarrollando cada vez son más sofisticados. El primer láser era muy cáustico y destructivo, pero hoy no podemos hablar de un láser porque hay muchos tipos diseñados para distintas características de longitudes de onda que liberan energía que puede servir para eliminar tatuajes de distintos colores, manchas de la piel, rejuvenecimiento o lesiones vasculares. Además, están las fuentes de luz, sistemas de radiofrecuencia de nanopulsos eléctricos que, usando distintas fuentes de energía, nos permiten actuar como métodos diagnósticos o terapéuticos.
¿Cuáles son las técnicas con mayor demanda en dermatología estética?
La toxina botulínica, sin dudarlo, es la número uno. Los conocidos como fillers o rellenos, es decir: el ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica, están en segundo lugar y los sistemas de luz intensa pulsada y láser para mejorar la textura de la piel, podemos decir que son las técnicas top de dermatología estética que hoy nos encontramos en cualquier consulta.
En el programa hay un simposio para residentes cuyo epígrafe dice: “El camino del éxito en la Dermatología Estética: todo lo que se necesita saber para lanzarte con seguridad y eficacia”. Desde su experiencia, ¿qué recomendaría?
El aprendizaje, el conocimiento y la prudencia siempre deben de primar en los inicios, es necesario ser muy cuidadoso. Lo más importante, aparte de conocer las técnicas, es hacer un diagnóstico adecuado, conocer que es lo que el paciente realmente necesita. Los residentes tienen muchos cursos en su periodo de aprendizaje y en dermatología estética decimos que “menos es más”. También se deben conocer los posibles efectos adversos y se deben saber manejar si estos ocurrieran.