Según las últimas estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), en España se realizan alrededor de 400.000 intervenciones de cirugía estética al año. Aunque lo que está aconteciendo actualmente, en relación con el coronavirus COVID-19, ha provocado que se estén posponiendo intervenciones y tratamientos no prioritarios en todo el país, incluyendo así las intervenciones de cirugía estética y reparadora.
En este contexto, hay numerosos pacientes que se han visto afectados por estas medidas, ante lo que los expertos defienden que es de vital importancia protegerlos ante posibles contagios y no sobrecargar así los hospitales y clínicas. “Es totalmente necesario no sobrecargar las estructuras hospitalarias para estar seguros de que nuestra infraestructura sanitaria puede soportar un aumento potencialmente rápido y abrumador de necesidades de atención al paciente”, expone el Dr. Pierre Nicolau, cirujano plástico.
Por este motivo, todos los procedimientos programados deben ser cuidadosamente revisados para reducir, posponer, o cancelar las consultas y operaciones que no sean de urgencia vital.
En el caso de los pacientes que se han sometido recientemente a intervenciones quirúrgicas, no corren más riesgo que otras personas a la hora de contraer el virus por este motivo. Sin embargo, la comunicación con estos pacientes debe ser continua para controlar su evolución, “se les realiza seguimiento telemático y, en los casos en los que es necesaria la intervención de un médico, como para la extirpación de puntos o la preparación de apósitos especiales, se puede organizar el transporte seguro del paciente a la consulta o el traslado del profesional médico a su casa, según sea cada caso”, explica el doctor.