Según el Dr. Jordi Mir, cirujano estético de Clínicas Dorsia, “el término “cirugía de la mama” engloba no sólo las intervenciones que buscan mejorar la apariencia del pecho de la mujer, sino también otras que persiguen la reparación de defectos estéticos. También, en última instancia, las que corrigen aspectos derivados de una primera intervención”.
Continúa explicando el experto que, “en el primer grupo encontramos el aumento de pecho tradicional, que acapara el grueso del trabajo de los quirófanos. Junto a él, la reducción del volumen de las mamas y su elevación, la mastopexia”.
– Mamas separadas. “Menos conocidas son estas operaciones. Para eliminar una distancia no armónica entre ambos pechos existen varias soluciones”. Tal como explica el doctor, “una de ellas contempla el desplazamiento de la aerola en unos dos centímetros. Otra busca la corrección mediante un implante. Se rellena dando más proyección al escote, a los cuadrantes internos, produciendo el efecto óptico de que el pecho está más junto. En tercer lugar, se puede corregir rellenando la zona central o toda la mama con grasa de la propia paciente, mediante un lipofilling mamario.De esta manera, matiza el experto, se desmiente el faso mito de que el pecho femenino se separa al aumentar su volumen”.
– Mama tubular. Este es otro motivo de paso por el quirófano. Se trata de una malformación congénita que está presente en alrededor del 10-20 por ciento de todas las mujeres que se operan de pecho.
“Hablamos de este problema cuando presenta forma cónica. La intervención consiste en liberar el polo inferior de la mama, que se encuentra constreñido mediante ligamentos rígidos. Para ello”, explica Jordi Mir, “se realizan unas incisiones radiales desde el interior, con el fin de colocar un implante y aumentar dicho polo inferior y todo el tamaño de la mama”.
“No se recomiendan”, añade Mir, “los implantes redondos ni los de bajo peso, precisamente por la necesidad de conseguir esa expansión en el polo inferior. Existe un consenso mundial para el empleo de las prótesis anatómicas en la corrección de la mama tubular”.
– Asimetría mamaria. “Es más común, ocurre en el 90% de las mujeres. Siempre existe un pecho mayor que otro aunque esa diferencia sólo sea perceptible para los profesionales. “Para igualarlos se pueden usar también prótesis”. El experto recomienda, “ponerlos en ambas mamas, porque de lo contrario, advierte, cada una se comportará de manera diferente, produciendo nuevas asimetrías. Los implantes pueden o no, dependiendo de cada caso, ser de diferente tamaño.
Otras vías para lograr la simetría son la reducción de volumen y la elevación”.
– Contractura capsular. “Es un problema derivado de la colocación de implantes y se debe a que el organismo realiza una reacción parecida a un rechazo al inflamarse la cápsula de alrededor. Cuando ocurre, esta cápsula se contractura por una sobreinfección bacteriana y la paciente nota dolor y endurecimiento del pecho. El tratamiento consiste en extirpar la cápsula y poner una prótesis nueva en quirófano”.
Por último, el doctor recuerda que, “las prótesis no sólo se cambian por este motivo o por seguridad sino también por decisión de las paciente, debido cambios estéticos que sufre la mujer cada diez o quince años, (hijos, menopausia…)”.