Desde la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP) advierten que una cirugía es una intervención médica que requiere ponerse en manos del profesional con la cualificación adecuada. No hacerlo puede suponer un grave riesgo para la salud. Cada año se realizan en el mundo más de 20 millones de procedimientos de cirugía plástica estética, pero no todos los pacientes obtienen los resultados que esperaban. El someterse a una intervención quirúrgica por un profesional no cualificado puede conllevar graves consecuencias para la salud con problemas que requieren de arreglos muy difíciles de resolver, a menudo incluso irreversibles.
Si bien en los últimos años las redes sociales han propiciado un auge de las cirugías estéticas, también han servido de escaparate para muchos que se hacen llamar “expertos” en la realización de estos procedimientos, cuando en realidad no poseen ni la formación ni la experiencia y cualificación necesaria para llevar a cabo con éxito ese tipo de intervenciones quirúrgicas. En este sentido, el Dr. Francisco Gómez Bravo, presidente de AECEP recuerda que, “la seguridad y la salud son motivos suficientes para que los pacientes opten siempre por confiar en las manos de un especialista con la experiencia y preparación cualificada para realizarse un tratamiento de estas características”.
Qué significa ser Especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética
Antes de someterse a una cirugía plástica, los pacientes deben hacer sus deberes y asegurarse que realizan la elección correcta, no solo en el tipo de procedimiento sino también en el médico que eligen. Para ello es clave saber reconocer y diferenciar entre los diferentes profesionales que ofrecen servicios relacionados con la salud estética y si se está considerando un procedimiento quirúrgico, se escoja a un cirujano plástico. Muchos profesionales médicos están sobradamente capacitados para llevar a cabo tratamientos mínimamente invasivos de índole estética como la aplicación de toxina botulínica, rellenos y láseres dentro del campo de la medicina estética. “El paso a intervenciones quirúrgicas son “palabras mayores”, los riesgos y las consecuencias para la salud son mucho más significativas y por ello la mayoría de los países desarrollados, entre los que está España por supuesto, exigen una especialización añadida y regulada para ejercer como cirujano plástico”, señala el Dr. Gómez Bravo.
Esto supone superar la oposición MIR (médico interno residente) entre los mejores puestos a nivel nacional, para acceder a la especialización en cirugía plástica en hospitales acreditados y trabajar formándose como residente durante 5 años tras terminar la licenciatura. Aunque una persona Licenciada en Medicina y Cirugía puede denominarse cirujano, porque así lo señala su título universitario, el problema surge cuando tras realizar un máster universitario en Medicina Estética o tras asistir a algún curso pagado, incluso vía online o semipresencial, de cirugía estética, se autodenomine como cirujano experto en estética, cirujano cosmético o incluso directamente como cirujano estético. Sin duda, la preparación de ambos profesionales médicos no es comparable, estando el especialista en cirugía plástica, reparadora y estética mucho más capacitado para llevar a cabo intervenciones de una considerable complejidad técnica para que produzcan resultados favorables, como muchas de los que se llevan a cabo en dicha especialidad.