La Dra. Josefina Royo, directora de Instituto Médico Láser (IML) explica que: “este tratamiento que combina el láser de picosegundos con infiltraciones de ozono. Está destinado a combatir los estigmas del fotoenvejecimiento e inducir una importante revitalización cutánea, ejerce como starter para recuperar el tono, la densidad y el brillo de una piel saludable.
El verano provoca un deterioro cutáneo característico, que está producido por el sol, involucra a la bioquímica de los radicales libres y afecta sobre todo, a zonas como rostro, cuello, escote, manos y antebrazos. Es responsable del 80% del deterioro cutáneo y se distingue del envejecimiento biológico por la presencia de estigmas como:
– Sequedad
– Queratosis actínicas (lesiones precancerosas)
– Queilitis actínicas (lesiones en los labios por fotoexposición)
– Pigmentaciones irregulares como pecas o léntigos
– Arrugamiento
– Pérdida de tonicidad
– Piel opaca, sin luz y sin brillo
– Dilatación y tortuosidad visible de capilares superficiales
– Comedones solares
– Hiperplasia de las glándulas sebáceas
Láser en picosegundos
La Experta indica que, “es un tratamiento revitalizante, que estimula la renovación celular, gracias a la entrega fraccionada de energía láser en picosegundos, unidad de tiempo que se acerca a la billonésima parte del segundo. Con estos pulsos, 10 veces más cortos que los nanosegundos, se ejerce una acción fotomecánica de vibración, cuyas ondas de choque se propagan a través de la dermis, provocando una respuesta inflamatoria que genera nuevo colágeno y elastina. Este proceso de curación tisular, distinto al inducido por la lesión térmica de un láser con el pulso más largo, consigue tratar lesiones pigmentadas, arrugas leves y cicatrices con altas concentraciones de energía y gran seguridad para el paciente. Solo un leve enrojecimiento que desaparece a las pocas horas, atestigua la eficacia de este láser que además, repara los daños más trascendentes, gracias al incremento inducido de la proteína P53. Generada por la propia piel frente al agotamiento del capital solar, es una defensa que se encarga de suprimir los tumores. El tratamiento se realiza en pocos minutos, pudiendo continuar con las actividades cotidianas, sin ningún tipo de señal externa, hasta la total recuperación a las 48 hrs.
Infiltraciones de ozono
También llamado super-oxígeno, es un gas incoloro que además de antioxidante e inmunomodulador, tiene un importante efecto revitalizante. El ozono produce modificaciones sobre ciertas células de la sangre y en especial sobre los glóbulos rojos, que liberan oxígeno en el tejido. Este aporte constituye un “starter” del metabolismo celular, un importante estímulo para la síntesis del colágeno y la elastina, que junto con el de la microcirculación, se traduce en una mejoría del tono y la luminosidad. La piel adquiere un aspecto saludable, bien distinto a la textura marchita con la que llegó. El ozono se administra por un médico especializado mediante micro-inyecciones, que se realizan separadas, cada 1,5 ó 2 cms en el área a tratar. Depositado profunda y lentamente a nivel subcutáneo, en rostro, cuello, escote, manos y antebrazos, precisa una cantidad media de 25 ml en cada zona. El tratamiento, válido para cualquier edad o región corporal de hombres y mujeres, finaliza con un masaje que asegura la difusión óptima de las infiltraciones.