En el 27º Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología celebrado recientemente en París, se presentó un estudio dirigido a determinar la sospecha de trastorno psicológico en personas con acné leve que acuden a la consulta del dermatólogo. “Hemos realizado este estudio multicéntrico para conocer la prevalencia de personas con acné que presentan trastorno dismórfico corporal. En la población general, este trastorno afecta aproximadamente al 2%, mientras que entre la población psiquiátrica se da entre el 7 y el 13%. Diferentes estudios muestran que en cirugía estética y dermatológica la prevalencia está entre el 9 y el 11%. Queríamos saber si estas cifras eran similares en pacientes con acné”, explica la Dra. Lucía Tomás Aragonés, psicóloga del Grupo Aragonés de Investigación en Psicodermatología (GAI+PD) y miembro de la AEDV.
El estudio reclutó a 406 pacientes con acné, de los que 245 cumplían el criterio de leve, establecido a través de la escala de Leedes, y de estos, 43 puntuaron por encima del punto de corte en el cuestionario Body Dysmorphic Disorder de K. Phillips para detectar posibles casos de trastorno dismórfico corporal.
Los datos muestran que la prevalencia de posibles casos de trastorno dismórfico corporal en las personas con acné leve que acudieron al dermatólogo fue del 10,6%. Según el trabajo, la mayoría eran mujeres que vivían en un entorno urbano, cuyo acné era de aparición temprana y localizado en la cara.
“Cualquier dermatólogo podría aplicar esto, realizando la escala de Leedes y el cuestionario, ya que se trata de un cuestionario corto y fácil de realizar. Las preguntas claves serían qué grado de preocupación le causa su acné y qué tiempo diario le dedica a disimularlo o inspeccionar su acné. Detectar a estos pacientes puede ser de gran utilidad para ellos ya que se trata de personas que sufren mucho, y que a menudo se confunde con una depresión o fobia social. Si podemos hacer algo para ayudar a estas personas, sería de gran valor”, señala la Dra.Tomás.