El Dr. Juan Jiménez Cauhé, dermatólogo en Clínica FEMM, señala los principios activos que no pueden faltar en la rutina facial de las pieles acneicas:
– Seborreguladores para las pieles grasas. En ciertos casos, los brotes de acné pueden surgir a raíz de una cantidad excesiva de sebo. Esta sustancia es grasa y tiende a aglomerarse en los poros dilatados, que se obstruyen, favoreciendo la aparición de brotes de granos y bacterias perjudiciales para la salud cutánea.
Según el Dr. Jiménez, los seborreguladores son capaces de controlar y reducir la producción de sebo. Aunque existen varios activos, los más corrientes son los ácidos salicílico y azelaico, la niacinamida y el retinol. Las pieles más sensibles deben incorporar este último ingrediente a su rutina de forma pausada y con prudencia.
– Matificantes para frenar los brillos. Las pieles grasas se caracterizan por los brillos excesivos, también causados por las grandes cantidades de sebo que producen. Sin embargo, los brillos no solo surgen en este tipo de pieles. Asegura el doctor que esta característica también puede aparecer en las pieles deshidratadas. Para frenarlos y obtener una piel más matificada, los activos matificantes como la bentonita y el caolín constituyen grandes aliados.
– Aspecto renovado con los antiinflamatorios. Cuando surge un nuevo brote de acné también aparece una inflamación alrededor de los granos que empeora el aspecto del rostro. El experto en dermatología declara que para reducir la hinchazón de la zona, algunos de los activos más eficaces son el ácido salicílico, la niacinamida y el gluconato de zinc, que además de acabar con el edema también actúan contra otras imperfecciones como los comedones y las espinillas.
– Antibacterianos para proteger la piel. Esta enfermedad cutánea surge por la acción de una bacteria de nombre Cutibacterium acnes que, además de favorecer la aparición de granos, puede influir negativamente en las células encargadas de la producción de sebo.
Para mantener el rostro libre de estas bacterias la rutina facial debe incluir activos antibacterianos, ya que estos ingredientes son los encargados de regular la actividad de la bacteria causante del acné. Algunos de los más eficaces son la clindamicina y el bakuchiol y la clindamicina y el peróxido de benzolio.
– Renovación facial y queratolíticos. Los poros son uno de los factores más relevantes a tener en cuenta para aquellas personas que buscan mantener una piel sana. “La suciedad entra en estos orificios y los obstruye, facilitando que aparezcan comedones, espinillas y demás imperfecciones cutáneas” afirma el doctor.
Por este motivo no deben faltar en la rutina de skincare activos queratolíticos tales como los ácidos mandélico, glicólico y salicílico.