La Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), hace referencia en su Blog a la historia del papiro Edwin Smith, el tratado quirúrgico más antiguo hasta ahora conocido y explica que:
Comprado a un comerciante egipcio en 1862, el papiro Edwin Smith, llamado así por el egiptólogo estadounidense que lo adquirió, permaneció en su posesión hasta su muerte, cuando la propia hija de Smith lo donó a la Sociedad Histórica de Nueva York, donde descubrieron el valor histórico de tal adquisición. Existen dos características que convierten al papiro Edwin Smith en un documento de gran valor. Por un lado, constituye el papiro médico más antiguo hasta el momento conocido, pues se estima que su origen se remonta al 1600 AC. Por otro lado, destaca su marcado carácter especializado, ya que está dedicado únicamente a la cirugía.
Este manual recoge un total de 48 casos quirúrgicos agrupados según la zona del cuerpo afectada y detalla las lesiones siguiendo un orden anatómico descendente. Los primeros 27 casos hacen alusión, por tanto, a las heridas de la cabeza. Prosiguen 8 casos más relativos a la zona del pecho y la mama. A continuación, 6 tipos distintos de heridas que se solían producir en la garganta y la zona nasal. Prosiguen 3 casos relacionados con heridas situadas en la zona del húmero. Los tres últimos corresponden a lesiones en clavícula, hombro y región torácica.
Todos los casos se presentan bajo la misma estructura. Primeramente encontramos el Título, que se escribe con tinta roja e indica la zona afectada por la herida o lesión. Seguidamente, Examen, sección en la que se recogen los síntomas y cómo se debe proceder para examinar la zona afectada: marcas visuales o rasgos olfativos a los que haya que prestar atención o si se debe realizar algún tipo de exploración a través del tacto y cómo llevarla a cabo, o un simple control del pulso. Una vez se haya realizado el examen, se procede al diagnóstico, denominado Veredicto, donde se recoge el tipo de afección que sufre el paciente así como el pronóstico del mismo, determinando si la afección puede ser tratada o no.
Si el Veredicto se formula de la siguiente manera: “en relación con esto, usted debe decir que es una dolencia que trataré”, el caso analizado será complementado con un tratamiento específico e indicaciones diversas que determinarán cómo el profesional médico debe proceder. (…)