Uno de los tratamientos más demandados por los pacientes que buscan este objetivo es el conocido Full Face porque precisamente son estos pequeños factores internos los que impulsan al paciente a realizarse un tratamiento médico-estético con el objetivo de sentirse bien. La Dra. Federica Céspedes, médico estético, explica: “Un paciente que se mira al espejo y se gusta, se ve mejor y por lo tanto se siente mucho mejor consigo mismo y con los que le rodean, simplemente porque la confianza en él es mayor. En la mayoría de los casos lo que influye son aspectos internos de cada paciente, algo intrínseco de cada uno que hace ver que la medicina estética puede ser un aliado para llegar a sentirse mejor consigo mismo”.
Tal y como explica la especialista, “el tratamiento Full Face es una manera de observar al paciente de forma holística, como un todo. Así eres capaz de tener en cuenta todos los componentes necesarios para obtener un tratamiento satisfactorio, desde sus gustos hasta su forma de pensar. Para posteriormente llevar a cabo un tratamiento facial completo en el que podamos resaltar todo aquello que nos ha transmitido. Este tratamiento ayuda a conseguir unos resultados naturales, la armonización y el equilibrio del rostro, devolviendo al paciente esa confianza que necesitaba. Esta naturalidad se debe al uso de ácido hialurónico en el tratamiento, otorgando estructura, volumen e hidratación.
La confianza y la autoestima son dos factores indispensables para poder tener una vida plena y feliz, tanto a nivel profesional, como social y personal. Por eso mismo, es importante no descuidar estos temas y tomar decisiones que nos lleven a alcanzar ese estado de bienestar. La medicina estética y el tratamiento Full Face pueden ser una ayuda para solucionar estos pequeños aspectos que nos impiden ser nosotros mismos y ser capaces de enfrentarnos al mundo que nos rodea.