El Dr. Jordi Mir, cirujano plástico de Clínicas Dorsia, explica cuáles son las intervenciones estéticas más demandadas posteriores a la cirugía bariátrica, que resultan fundamentales para la satisfacción del paciente.
El especialista apunta que la cirugía para pérdida de peso “no puede contemplarse como un tratamiento individual, sino como parte fundamental de un proceso global”. Indica que el proceso comienza en el preoperatorio, donde se inicia una pérdida de peso controlada. “Si no se supervisa y controla por profesionales especializados, adelgazar muy rápido puede conllevar desajustes en el metabolismo que impliquen severos riesgos para la salud”, apunta el Dr. Mir.
Además, añade, “las dietas exprés pueden producir efecto rebote y un descolgamiento severo de la piel. En cualquiera de los casos, el supuesto estado de felicidad asociado a la delgadez acaba reducido a un nuevo episodio de tristeza, a veces depresión, por lo inesperado y radical del cambio de aspecto”.
El doctor destaca que “muchos pacientes no se sienten a gusto con su nuevo aspecto y tienden a mostrar cierta ansiedad por someterse a alguna intervención de carácter estético para modificarlo. Sin embargo, lo importante tras la cirugía bariátrica es obviar el aspecto en primera instancia”.
Las zonas más intervenidas en cirugía estética tras una reducción de estómago son el abdomen y la zona baja de la espalda, la cara interna de los muslos y la de los brazos. “La mesoterapia, los drenajes linfáticos y la cavitación, por ejemplo, constituyen herramientas muy útiles para dar más tonicidad y uniformidad a la piel, consiguiendo una mejor retracción de los tejidos a su nuevo lugar”, explica el experto.
El grado de satisfacción de los pacientes “es altísimo, tanto en cirugía como en medicina estética. Sin embargo, son pocos los centros públicos que reconocen la importancia. Al limitarse los recursos, estas patologías son las primeras que sufren los recortes”.