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Cuidar la piel del rostro sin mascarillas

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El uso de las mascarillas ha traído consigo problemas para cuidar la piel: el incremento del acné y de la dermatitis de contacto, así como el empeoramiento de la rosácea. Ahora que ya se puede quitar la mascarilla en exteriores, la farmacéutica Rocío Escalante, recuerda que “la hidratación y la protección solar son los dos pasos más importantes para proteger y cuidar la piel del rostro del sol y de la deshidratación que provocan tanto los rayos UV como el calor o el aire acondicionado. Conviene seguir con los tratamientos faciales habituales, pero hay que extremar los cuidados si nos vamos a exponer al sol”.

Consejos para cuidar la piel sin la mascarilla

– Las personas que han sufrido o sufren brotes de acné, además de seguir con sus tratamientos, deben extremar la vigilancia con los rayos UV. El sol no mejora los granos, al contrario, puede empeorarlos y, por otra parte, podría provocar manchas y marcas. Deben utilizar cremas solares no comedogénicas y oil free, limitar las exposiciones solares, utilizar gorras, sombreros o viseras y llevar siempre encima el protector solar para reaplicar cada dos horas.

– Las personas que han tenido problemas de dermatitis tendrán que incrementar la hidratación, además de no descuidar la protección solar. Aconsejo que lleven encima, además del fotoprotector, aguas termales o brumas hidratantes que permiten rehidratar la piel en cualquier momento y lugar de forma sencilla. Una de las consecuencias de los rayos UV es la deshidratación, así que hidratar se convierte en un paso esencial para evitar la sequedad, tirantez, irritaciones, etc.

Limitar el maquillaje. En pieles con problemas tanto de dermatitis como de rosácea o acné, conviene limitar el maquillaje, usándolo solo si es necesario, y eligiendo bases ligeras o fotomaquillaje (protectores solares con color). El maquillaje grasiento, con el sol y el sudor podría empeorar el acné y otras patologías de la piel.

Proteger los labios del sol. Su piel necesita hidratación y protección solar. Recomiendo utilizar bálsamos labiales con protección solar alta y reaplicar tantas veces como sea necesario.

– La higiene facial diaria sigue siendo el paso primordial. Hay que limpiar la piel mañana y noche con fórmulas suaves adaptadas a cada tipo de piel.