El acné y la mascarilla son dos factores preocupantes, además el estrés por la pandemia es otro de los puntos clave en el incremento de los casos. Según la farmacéutica Rocío Escalante, “el acné está afectando a todo tipo de pieles, no solo a las mixtas y grasas, por la humedad que se desarrolla dentro de la mascarilla, así como por el roce y la oclusión”.
Activos
– Seborreguladores. Este problema está relacionado con una gran cantidad de sebo, así que debemos elegir cosméticos con activos seborreguladores que ayuden a disminuir su exceso. Por ejemplo, el ácido salicílico, la niacinamida, el ácido azelaico o el retinol.
Pero el ácido salicílico es un activo que puede provocar irritación y también deshidratación de la piel e incluso descamación. Por eso lo ideal es incluirlo en la rutina de belleza bajo supervisión de un especialista y de forma gradual para evitar los efectos secundarios. También es importante tener en cuenta que, si se usa un tratamiento con ácido salicílico, hay que utilizar protección solar a diario.
– Queratolíticos. El acné está también relacionado con la obstrucción de los poros y para ello es importante incluir activos que ayuden a eliminar las células muertas, favoreciendo la renovación celular. Entre ellos podemos destacar el ácido glicólico.
– Antibacterianos. Está producido por la bacteria C acnes, así que conviene que los cosméticos incluyan ingredientes antibacterianos como el aceite de árbol de té, el bakuchiol o el triclosán.
– Antiinflamatorios. En ocasiones va acompañado de un proceso inflamatorio que puede empeorarlo. También es interesante que los productos incluyan activos antiinflamatorios, como el ácido salicílico, la niacinamida, el gluconato de zinc, etc.
– Matificantes. El exceso de sebo provoca los antiestéticos brillos, para evitarlos se pueden utilizar cosméticos matificantes con activos como el caolín, la bentonita…
Además la experta añade que, hay que elegir siempre cosméticos no comedogénicos y libres de grasas (oil free).