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Secuelas de la obesidad mórbida

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La obesidad ya ha sido declarada como la epidemia del Siglo XXI y, aunque, cada vez existe una mayor concienciación social y en los medios para combatirla, lo cierto es que su incidencia aumenta cada año. Según el último informe de la OMS el 60% de la población mundial sufre sobrepeso y hasta un 20% padece obesidad. Dentro de este grupo cada vez es mayor el número de personas que padecen Obesidad Mórbida (cuando el Índice de Masa Corporal es superior a 40).

Los pacientes con secuelas de obesidad mórbida pueden ver afectada cualquier parte de su territorio corporal, pero el abdomen, los brazos, piernas, pecho y glúteos son las zonas que presentan alteraciones con mayor frecuencia. La deformidad más habitual es la presencia de una laxitud cutánea más o menos severa generalmente asociada a un excedente de piel y/o grasa dependiendo de la cantidad de peso perdida, lo que comúnmente se denomina colgajo.

El Dr. José María Franco, cirujano plástico, habla sobre la obesidad y nos propone tratamientos para remodelar el cuerpo una vez se haya perdido una gran cantidad de peso. El paciente postbariátrico es complejo desde un punto de vista global ya que su cuerpo y su mentalidad deben pasar por un proceso de adaptación gradual a una nueva situación tras la pérdida ponderal tan importante. Por eso además de una estabilidad analítica y emocional, en la consulta aplicamos un protocolo de actuación con una serie de condiciones indispensables que todo paciente debe cumplir a la hora de poder indicar cirugía.

Protocolo

– Haber transcurrido al menos dos años desde la intervención de Cirugía Bariátrica.

– Estabilidad del peso durante al menos el último año.

– Índice de Masa Corporal < 30 (ausencia de Obesidad)

– Edad inferior a 65 años.

– Pérdida de peso de al menos el 30% del peso máximo alcanzado.

– Ausencia de patologías sistémicas que incrementen el riesgo quirúrgico.

Una vez evaluado cada caso de manera individual y siempre que el paciente cumpla los requisitos se debe indicar la técnica quirúrgica más apropiada según la zona y grado de afectación, siendo siempre muy realistas con las expectativas ya que se trata de una cirugía de remodelación corporal que inevitablemente precisa de cicatrices dada la extensión de los tejidos a tratar.

Las cirugías recomendadas por zonas

Abdomen

Abdominoplastia clásica. En casos de pacientes delgadas, con sólo excedente cutáneo, flacidez moderada y afectación de la pared muscular indicamos esta técnica.

Lipoabdominoplastia. Consiste en asociar liposucción a la intervención (flancos, abdomen, caderas ) en situación de persistencia grasa para completar la definición del contorno abdominal.

Abdominoplastia en flor de Lys. Aquellos pacientes que presentan laxitud extrema tanto en sentido vertical como horizontal se verán beneficiados de esta técnica también conocida como abdominoplastia en ancla por la cicatriz resultante.

Técnica de Lockwood. Abdominoplastia que asocia tensión lateral de la incisión para así imprimir un efecto lifting en la cara anterior y lateral de los muslos.

Brazos

La región más afectada suele ser la que comprende el territorio del músculo tricipital, es decir, la cara posterior de la porción superior del brazo, con la característica deformidad denominada “en alas de murciélago”. La técnica que llevo a cabo en la mayoría de los casos es la braquioplastia o lifting braquial, que permite eliminar el excedente de tejido de esta zona ocultando la cicatriz en la región posterior del brazo. Asociaremos liposucción o no según la presencia de tejido adiposo residual.

Piernas (Muslos)

– Lifting Crural o Cruroplastia. Técnica especialmente indicada en pacientes con afectación leve o moderada con descolgamiento sólo del tercio superior.

Dermolipectomía Crural. Si existe una laxitud extrema de esta zona que implica flaccidez hasta la rodilla, realizo esta cirugía que, aunque precisa de una cicatriz de mayor extensión permite una mejor definición de toda esa zona.

Glúteos

En pacientes con secuelas de obesidad mórbida el glúteo es quizá la región menos agradecida a la hora de redefinir el contorno, aunque afortunadamente su afectación se ve en los casos más extremos. Suelo indicar lifting glúteo asociado a lipofilling, intentando evitar siempre que sea posible el uso de implantes en esta región anatómica.