“Desde el primer momento, la toxina botulínica se convirtió en uno de los tratamientos estéticos más demandados y, por ende, también más demonizados. Esto se debe a los excesos de algunas celebrities y a la falta de formación o mala praxis de algunos especialistas, ya que es eficaz y seguro para eliminar las arrugas de expresión en las manos correctas”, explica el Dr. Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral IDEI.
La falta de información sobre cómo actúa la toxina botulínica también es un hándicap que hace que muchas personas tengan miedo a realizarse este tratamiento. “Por estos motivos, es necesario desmontar algunos mitos y aportar información sobre la toxina botulínica y su uso para la corrección e, incluso, prevención de las arrugas de expresión” afirma el doctor.
– Cambia la expresión de la cara. Falso. Dice el especialista que, “el tratamiento debe ser aplicado por un especialista con formación en el mismo, que debe conocer cómo funciona la musculatura facial y la dosis a aplicar en cada caso, ya que ésta depende tanto de la zona donde aparezcan las arrugas, de la profundidad de las mismas e, incluso, del tipo de piel. La toxina botulínica se aplica directamente sobre los músculos del rostro, responsables de que aparezcan arrugas en la frente, en el entrecejo y alrededor de los ojos, arrugas en el cuello y de la flacidez facial. Lo que hace es relajarlos consiguiendo que el músculo no trabaje y, por tanto, deje de provocar arrugas”.
– Previene la aparición de arrugas. Verdadero. “La utilización a dosis bajas de toxina botulínica en el tercio superior del rostro antes de que aparezcan las primeras arrugas de expresión (sobre los 25 años de media) previene la aparición de las mismas”, afirma Sánchez Viera.
– Su uso continuado es perjudicial. Falso. Es un tratamiento estético totalmente seguro y que se puede usar de forma continuada sin ningún perjuicio para el paciente. “De hecho, puede ayudar a “envejecer mejor”, es decir, ir cumpliendo años, pero con menos arrugas que las que tendríamos de forma natural y con un rostro más descansado”.
– La duración de sus efectos es diferente en cada persona. Verdadero. “Cada paciente es único: diferente edad, diferente tipo de piel, musculatura facial más fuerte, mayor o menos gesticulación, arrugas más o menos profundas, tratamientos previos, etc. Todo ello hace que un tratamiento pueda durar desde 4 meses hasta el doble”.
– Se utiliza también para dar volumen al rostro. Falso. “El tratamiento con toxina botulínica, en su uso estético, sólo sirve para prevenir o eliminar las arrugas de expresión. Para devolver al rostro los volúmenes que se van perdiendo con la edad se utilizan rellenos, que en la mayoría de los casos, contienen ácido hialurónico y sustancias que estimulan la producción de colágeno y elastina, producción que cada vez es menor con el paso del tiempo”.
– Los resultados son visibles de forma casi inmediata. Verdadero. “Su efecto, dependiendo de la persona, empieza a ser visible entre las 48-76 horas”.
– Es un tratamiento doloroso. Falso. “Muchos pacientes nos hacen esta pregunta porque creen que les va a doler debido a que se aplica en zonas muy cercanas al hueso y a los ojos. Sin embargo, es prácticamente indoloro, ya que las infiltraciones se realizan con unas agujas con un calibre similar al de un cabello” aclara el Dr. Sánchez Viera.
– Hay que tener cuidado a la hora de elegir el lugar y el profesional. Verdadero. “El tratamiento debe ser aplicado por un profesional de la medicina con formación sobre el uso de la toxina botulínica para la prevención y eliminación de arrugas de expresión”, finaliza el experto.