Está claro que 2020 no será un año de grato recuerdo para nadie, ya que muchos de nosotros hemos sufrido en carne propia o cercana los efectos devastadores de la COVID. Además, la incertidumbre que la pandemia genera puede llegar a convertirse en el más amargo de los momentos por la parálisis que produce, impidiendo trazar cualquier plan de acción cercano.
Pero en momentos como éste no podemos quedarnos parados. El ser humano desde el principio de los tiempos, cuando se convirtió en homo, se enfrentó a todo tipo de adversidades y avanzando poco a poco, utilizando el ingenio y la mente, llegó a sapiens.
Hoy, igual que en tantos momentos difíciles a lo largo de la Historia, enfrentando y superando los miedos podremos adaptarnos a la situación, con las reglas que la propia pandemia nos ha impuesto, siendo más rigurosos en el trabajo y extremando las precauciones. Esa misa idea que tienen las sociedades médico-científicas como la SEME que impulsa el aprendizaje y el conocimiento con su Academia Virtual, o exigiendo rigor profesional a los pacientes que se pongan en manos de cirujanos, como pide la AECEP.
Porque es así como debemos continuar, paso a paso, respetando las reglas que el momento nos indica y “adaptándonos a los cambios”, como se recoge en nuestro monográfico. Sacar el mayor partido de la situación y sabiendo conjugar todas sus opciones: telemedicina, webinars o congresos online, como el que celebrarán próximamente los médicos estéticos castellano-manchegos. Nosotros estaremos siempre ahí siendo soporte y altavoz, registro de los momentos y escaparate de sus protagonistas.