La forma que tenemos los seres humanos de aprender y avanzar en la vida es hacer cosas nuevas, tanto en nuestro ámbito privado como en el profesional. El aburrimiento es un mecanismo natural que nos prepara para la creatividad y la innovación, para ir más allá de nuestra rutina y descubrir nuevas maneras de hacer las cosas.
En la esfera laboral, con muy pocas excepciones, cuando llevamos una serie de años haciendo lo mismo nos apetece cambiar. Y este deseo de cambio es positivo porque nos permite mejorar, pero debemos tener clara una cosa: la dirección en la que vamos.
Por poner un ejemplo algo burdo, no podemos pensar: “¿y si pruebo a inyectar un relleno dérmico a este paciente de un modo diferente, del que he oído hablar dos veces en un congreso?” Obviamente, sería una idea pésima. No debemos renunciar a aquello en lo que somos realmente expertos en aras del cambio por el cambio.
Lo mismo nos ocurre a los medios de comunicación. Cuando llevamos una serie de años hablando de los mismos temas, nos apetece innovar. Tenemos la lección bien aprendida y queremos conocer cosas nuevas.
Mientras no nos salgamos de nuestra línea editorial y de lo que interesa a nuestro público estaremos yendo por buen camino, pero no podemos desviarnos de los objetivos fundamentales y de la razón de ser de nuestro medio. Avanzar sí, pero no hacia cualquier dirección. Debemos tener en cuenta que contamos con muchos lectores asiduos, que de alguna manera evolucionan con nosotros, pero también con otros nuevos que buscan la esencia de la información sobre Medicina para la Belleza.
Hemos comenzado el año con un importante cambio en nuestra página web, que hemos adaptado a las nuevas tendencias en comunicación online y redes sociales. Además, en el segundo semestre de 2017 introdujimos algunos cambios en el diseño de nuestra revista en papel. También hemos buscado nuevos temas de los que hablar en nuestros reportajes, que irán descubriendo a lo largo de este año. Pero todo ello manteniendo el rumbo que nos marcamos desde el comienzo: el de garantizar una información objetiva, rigurosa, contrastada y novedosa.