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Aumento de glúteos. Importancia de la proporción y la firmeza

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El Dr. Javier Moreno, director General de Instituto Médico Láser (IML), afirma que, “aunque la grasa, la celulitis y la flacidez conspiren contra esta parte de la anatomía, la demanda creciente de implantes se impone hacia un glúteo redondo, firme y respingón.

Proporción

El experto explica que “la importancia de la proporción entre el diámetro de la cintura y el de la cadera en su punto más ancho debe ser de 0,7, ya que si este valor es más cercano a 1, la cintura es demasiado gruesa o el glúteo está muy poco proyectado pero si el valor se sitúa por debajo de 0,6, el glúteo es demasiado grande o la cintura especialmente fina”.

Mujer versus hombre

Además, el Dr. Moreno dice que, “el glúteo mayor, uno de los más potentes en el cuerpo humano, constituye, junto con el glúteo mediano, el glúteo menor y otros de menor rango como el piriforme, el obturador y los géminos, la estructura muscular de las nalgas en el ser humano, más desarrollada en los hombres que en las mujeres.

La mujer no sólo posee la mitad de masa muscular que el hombre en esta zona, sino que presenta una estructura ósea más fina, con mayor distancia entre las inserciones musculares, lo que determina el contoneo característico de sus caderas. La musculatura masculina, doblemente desarrollada, explica la robustez de su armazón óseo y la potencia de sus inserciones. El hueso sacro en más grande en la mujer que en el hombre y lo mismo ocurre con la pelvis femenina, que es más ancha, más baja y está más rotada. La proyección de las nalgas, más pronunciada en ellas que en ellos, se debe precisamente a este giro óseo que dirige el volumen hacia atrás. El tejido adiposo hace el resto. Su distribución suprayacente condiciona la forma redondeada de la mujer, frente a la forma más cuadrada y menos voluminosa del hombre”.

Gluteoplastia

“Es la que se realiza por defecto de tejido graso”, indica el doctor, “en caso de glúteos muy planos y poco proyectados, casi siempre relacionados con una constitución delgada, sin reservorio suficiente para beneficiarse de una lipotransferencia optimizada, que es la que se realiza para remodelar las nalgas. En estos casos, se recomienda la colocación de una prótesis de glúteos, cuya elección viene determinada por la proporción entre el diámetro de la cadera y el diámetro del glúteo, el grado de corrección, la necesidad de proyección y el requerimiento de volumen en la zona correcta”.

El experto explica la importancia de unas prótesis personalizadas, “la adaptación tridimensional a cada tipo de glúteo determina la elección de las prótesis, que se seleccionan en función de sus dimensiones, proyección y perfil. El tamaño de la pelvis, el tipo de piel y las características del músculo en cada paciente son consideraciones adicionales a la hora de elegirlas.

  • Prótesis biconvexas, con un volumen más generoso en la parte inferior. Están destinadas a las nalgas femeninas por tener una base de implantación más reducida.
  • Prótesis anatómicas, con mayor volumen en la parte alta de la nalga. Están recomendadas para pacientes altos, con glúteos lo suficientemente largos como para la correcta adaptación de una base protésica más amplia”.

Técnica

Es importante resaltar la importancia de la seguridad en los tratamientos y las intervenciones. Esta, “se realiza bajo anestesia general, ya que se precisa la relajación total de los músculos para la colocación de las prótesis. Estas se introducen a través de una pequeña incisión de 4 cms en la parte inferior del pliegue interglúteo, que por recóndita, es donde luego se hace invisible”, explica el Dr. Moreno.

Además, recomienda situar las prótesis por debajo del glúteo mayor (submuscular), ya que da mejor resultado a largo plazo. Dependiendo del caso sin embargo, también se pueden colocar en el interior del glúteo mayor (intramuscular) o entre la fascia y el propio músculo (intrafascial).

En el postoperatorio, se exige reposo relativo en los días inmediatamente posteriores a la intervención, así como dormir boca-abajo durante una semana y llevar una faja durante un mes. La única prevención consiste en evitar la zona de las prótesis para las inyecciones.