La obesidad abdominal es un serio un riesgo para la salud y un problema para la autoestima y “la cirugía estética puede suponer una gran motivación para perder peso”, explica el presidente de la Asociación Española de Cirugía Plástica y Cosmética (AECEP), el Dr. Jesús Benito.
“Existe cierta confusión en torno a las posibles soluciones, que siempre comienzan por modificar el estilo de vida, por lo que respecta a la alimentación y al deporte. La dieta equilibrada y el abandono del sedentarismo son el punto de partida para comenzar a perder ese peso.
Pero también hablamos de autoestima y complejos físicos, por lo que muchas personas acuden al cirujano estético en busca de una solución rápida. La pregunta es sí se trata la adecuada y esto dependerá de la cantidad de grasa depositada y de los lugares en los que se encuentre. Si la grasa está depositada bajo la piel, la llamada grasa extraabdominal, se puede tratar con el bisturí. Si, por el contrario, se encuentra rodeando a los órganos internos, grasa intraabdominal, la solución pasa por el control nutricional y el ejercicio.
El procedimiento habitual para conocer la naturaleza del problema es una ecografía que determinará el grado de grasa dentro del abdomen (peritoneo, retroperitoneal y grasa hepática). Los resultados serán evaluados posteriormente por el endocrinólogo o el nutricionista”.
Abdominoplastia o liposucción
El presidente de la AECEP recuerda que “cuando el remedio es quirúrgico se presentan diferentes alternativas, dos procedimientos fundamentales: la liposucción y la abdominoplastia.
La primera operación consiste en la extracción de los depósitos grasos mediante un sistema de cánulas de diversos calibres que primero remueven las células grasas, para proceder después a su aspirado.
La liposucción es una de las operaciones más demandas en todo el mundo, tanto en mujeres como en hombres.
Más compleja es la abdominoplastia, ya que no sólo elimina la grasa, sino que se ocupa de la retracción de la piel que sobra. Se realiza en aquellos casos en los que hay flacidez y riesgo elevado de que la liposucción deje irregularidades en la piel. La liposucción depende enteramente de la capacidad de retracción cutánea así que si hay exceso de piel es mejor la abdominoplastia.
Obesidad mórbida
Cuando el sobrepeso y la obesidad alcanzan proporciones mórbidas es otro tipo de cirugía, la bariátrica la encargada de ayudar al paciente. La estética “no es una herramienta para adelgazar, pero sí una motivación para perder peso”, matiza el Dr. Jesús Benito.
“El paciente operado de reducción de estómago debe esperar al menos seis meses con un peso estable para ponerse en manos de un cirujano estético. Se procede entonces a la dermolipectomía, la retirada de la piel que sobra”.