Inicio Noticias Cirugía plástica Aumento de se...

Aumento de senos. ¿Qué se debe tener en cuenta?

Compartir

La cirugía de aumento de senos es la más practicada en todo el mundo. Según las últimas estadísticas publicadas por la ISAPS (Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética), el número de intervenciones de aumento de pecho en todo el mundo en 2019 fue de 1.795.551, representando más o menos el 17% del total de cirugías estéticas. Por esta razón y a raíz de las últimas informaciones publicadas relacionadas con dicha cirugía, el Dr. Ángel Martín, director médico de Clínica Menorca, recuerda las consideraciones que hay que tener en cuenta antes de someterse a una cirugía de aumento de senos.

Historia clínica y pruebas

La información es muy importante. La paciente debe estar informada de todos y cada uno de los aspectos de la intervención: las pruebas preoperatorias necesarias, todo lo relacionado con la intervención quirúrgica, como será el postoperatorio, sus propias limitaciones y los riesgos que conlleva.

Por su parte, el cirujano debe realizar una historia clínica y las pruebas para conocer el estado de salud de la paciente, las expectativas que abriga en cuanto a los resultados y el grado de satisfacción que alcanzará.

En el caso de un aumento mamario la paciente debe pedir la identificación y garantía de los implantes y debe saber que necesitan supervisión todo el tiempo que los tenga, con exámenes periódicos utilizando imágenes de resonancia magnética para confirmar que están en buen estado. Cualquier cambio anormal debe consultar con su cirujano. Además, debe asumir que cabe la posibilidad de que necesite una cirugía adicional si surge alguna complicación.

Tipos de prótesis

Las prótesis de mama han de pasar una serie de controles por parte de las autoridades sanitarias antes de autorizar su uso, con lo cual se garantiza su calidad e idoneidad.

El Dr. Martín recomienda las prótesis permanentes de silicona de máxima calidad. Tienen varias capas rellenas de gel cohesivo y van con marcado CEE. En cuanto a la forma pueden ser anatómicas o redondas con mayor o menor proyección.

La talla más solicitada en consulta es una 95, pero no en todos los casos es posible. La elección depende de la valoración del cirujano y del resultado deseado por la paciente, y se tienen en cuenta factores como el tamaño y posición de las mamas, la asimetría del tejido mamario, las areolas y el surco mamario, la morfología del tórax, el peso y la altura.

La paciente

Las candidatas ideales para una cirugía de pecho son mujeres sanas y los motivos por los que una mujer decide someterse a un aumento de senos están relacionados normalmente con la estética. Puede ser porque tiene los pechos muy pequeños, en algunos casos incluso llega a la aplasia o planitud total. O bien porque existe una asimetría mamaria, el volumen es diferente y desea igualarlo, o porque tiene el pecho caído o por reconstrucción tras un cáncer de mama.

Las mujeres menores de edad deben tener una asimetría mamaria con problemas psicológicos añadidos para someterse a la intervención, así como el consentimiento paterno.

La cirugía

Antes de entrar en quirófano se realiza una historia clínica y un estudio preoperatorio que consiste en una analítica, un electrocardiograma y una ecografía mamaria, resonancia magnética o mamografía. La paciente debe tener una buena coagulación con cifras de hemoglobina normales y valores normales de glucemia o colesterol. El aumento mamario se realiza a través de una pequeña incisión que se practica, dependiendo de la anatomía de la paciente y de las preferencias de su cirujano plástico, alrededor de la areola, en el surco bajo el pecho o en la axila. La incisión se diseña para que la cicatriz resultante sea casi invisible. A través de esta incisión se levanta el tejido mamario, se crea un bolsillo y se coloca la prótesis, directamente debajo del tejido mamario o debajo del músculo pectoral. La paciente sale de quirófano con unos tubos de drenaje que se retirarán al día siguiente y un apósito o un vendaje sobre las mamas.

El procedimiento dura entre 1 y 2 horas y se realiza con anestesia local con sedación o anestesia general. Aunque es una cirugía ambulatoria, se recomienda permanecer una noche en la clínica, pues ha de estar acompañada las siguientes 48 horas.

Postoperatorio

Cuando la paciente sale de quirófano ya lleva puesto un sujetador especial que ha de llevar durante más o menos un mes. A partir del tercer día hay que empezar con los masajes manuales de drenaje linfático para disminuir la inflamación postoperatoria y también los riesgos de contractura capsular. A los 15 días se retira la sutura intradérmica. Durante 10 días la paciente debe evitar golpes, levantar pesos, conducir y durante un mes no puede realizar ningún tipo de deporte.