El Dr. David Romero, dermatólogo y cirujano plástico de la clínica Epidermos, explica que: “el ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra de manera natural en nuestro cuerpo. Una de sus propiedades más importantes es la capacidad para atraer y retener el agua en la piel, lo que la mantiene hidratada, firme y elástica. Los excesos del sol, fumar, una mala alimentación, el estrés y el proceso natural de envejecimiento, provocan que su presencia en el organismo disminuya y, como consecuencia, la piel se deshidrata, pierde elasticidad, y potencia la aparición de arrugas finas.
La combinación de ácido hialurónico no reticulado, y de glicerol, potente antioxidante frente a los radicales libres, que consigue que la piel se hidrate en profundidad, mejore su firmeza, atenúe pequeñas arrugas y se mantenga más protegida frente a los signos de envejecimiento. Además, su aplicación mediante infiltraciones intradérmicas, estimula y activa la formación de colágeno y elastina, responsables de la firmeza y juventud de la piel.
Características
Explica el doctor que, “está compuesto por 18 mg de ácido hialurónico puro sin reticular y 20 mg de glicerol. Mientras el hialurónico aporta una hidratación inmediata a la piel, el glicerol, que es un potente antioxidante, la protege de las agresiones diarias externas, así como de la acción de los radicales libres. Además, el glicerol evita la degradación del ácido hialurónico, lo que potencia y alarga su efecto hidratante.
El ácido hialurónico es un componente natural de la piel, actúa captando agua y haciendo que la piel esté bien hidratada, además estimula la propia producción de colágeno por parte de los fibroblastos. Esto mejora la flexibilidad de la piel, le aporta luminosidad y vitalidad de manera inmediata”.
El Dr. Romero dice que se aplica: “mediante pequeñas inyecciones en dermis, por todo el rostro, escote y cuello o bien en zonas concretas donde la necesidad de hidratación es más severa, por ejemplo, en la zona de las mejillas.
Indicaciones
“El producto está indicado para reponer la pérdida de ácido hialurónico”, añade el experto, “ya sea por factores externos, como el abuso de la exposición solar, o el proceso natural de envejecimiento, para mejorar la hidratación, el tono y la elasticidad de la piel, además de actuar como atenuante de arrugas finas e incipientes, como patas de gallo, líneas de expresión y las características arrugas del fumador. Lo perfecto sería incluirlo como tratamiento de mantenimiento antiaging, tanto para prevenir como combatir los signos de envejecimiento.
Los resultados son inmediatos y, de hecho, con una única sesión provoca un efecto flash al instante. El protocolo que recomendamos es de tres sesiones, una cada tres semanas. Los resultados pueden durar 6-8 meses o más, dependiendo de la piel de cada paciente”.