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Caída del cabello. Tintes y decoloraciones

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¿Los tintes y las decoloraciones afectan a la salud de nuestro pelo? Estudios recientes afirman que 9 de cada 10 mujeres españolas se ha teñido el pelo en algún momento de su vida y más del 10% de los hombres lo hacen varias veces al año. “Los tintes que dañan nuestro pelo lo hacen, casi siempre, de forma reparable y no suelen ser causantes directos de su caída, ya que no actúan sobre el folículo piloso, que es el responsable del crecimiento y nacimiento del cabello. Sin embargo, es fundamental conocer qué tipo de tinte nos vamos a aplicar y sus componentes, ya que algunos, como el amoniaco, podrían ser nocivos para el pelo. Por ello, se puede optar por las alternativas naturales, cuya composición está hecha a base de Henna o camomila, permitiendo teñir el pelo sin que resulte perjudicial o sin alterar la estructura capilar, a pesar de ofrecer una menor durabilidad que los demás”, explica el Dr. Francisco Pilo, de la clínica Hospital Capilar.

Así, la composición química de los tintes puede provocar irritaciones, reacciones alérgicas como la dermatitis e, incluso, infecciones en el cuero cabelludo, lo que podría conllevar, en consecuencia, a una posterior caída del cabello. Por esta razón, es importante distinguir entre los tintes naturales y sintéticos, que a su vez pueden ser temporales y permanentes. Los primeros, por su parte, se limitan a recubrir el pelo con colorante, siendo de fácil eliminación y poco alérgicos; mientras que los permanentes son los más invasivos, al contener algún tipo de agente oxidante que penetra en el interior de la fibra capilar y destruye el pigmento natural para fijar el nuevo color; lo que afectará al tallo piloso, a la piel y al cuero cabelludo.

Diferencias entre coloraciones

Por otro lado, las diferencias entre los tintes oscuros y rubios y claros vienen derivadas de su naturaleza, propiedades y características, aunque optar por uno u otro no fomenta en mayor medida la caída del pelo. Sin embargo, utilizar coloraciones muy lejanas al tono de nuestro pigmento natural conlleva un efecto mucho más agresivo sobre el cuero cabelludo, como pasar de un pelo oscuro a un blanco o rubio claro, o bien de un rubio a un color oscuro.

Por su parte, los tintes que contienen elementos decolorantes son los más invasivos, al tratarse de un proceso químico en el que se utiliza una combinación de productos que suelen tener como ingrediente principal un blanqueador llamado peróxido de hidrógeno que, si no se utiliza correctamente, podrá ocasionar una abrasión que producirá alteraciones en el pH de la piel, produciendo un pelo más quebradizo y más proclive a romperse, así como una pérdida de volumen en el mismo.

No obstante, tendencias muy requeridas en la actualidad, como las mechas californianas o las baby lights, podrían considerarse menos agresivas para el cabello, dado que se aplican en las puntas o en forma de degradado, disminuyendo de esa forma su efecto a nivel del cuero cabelludo.

En cuanto a la aparición de caspa, el especialista subraya que “en principio, su aparición debe ser considerada siempre independiente al inicio del uso de tintes. No obstante, si un tinte produce determinadas reacciones como una dermatitis en el cuero cabelludo, se podría comenzar a generar caspa. Además, si la inflamación se agudizara al aplicar el tinte, sí que podría conllevar a que existiera algo de caída transitoria, aunque el pelo volvería a crecer de forma natural. En cualquier caso, es primordial conocer qué tipo de tinte nos vamos a aplicar, con el fin de conocer el grado de perjuicio que puede provocarle a nuestro pelo, evitándolos siempre que se tengan antecedentes de reacciones alérgicas graves”.