Para la Dra. María Capote, oftalmóloga responsable de la Unidad de Retina y Vítreo de Clinilaser, “el principal motivo de las detecciones del melanoma ocular es en revisiones de rutina, porque se tiene un gran desconocimiento de este tipo de cáncer, al asociarse el melanoma a la piel, motivo por el que está infradiagnosticado. Los pacientes cuentan con la ventaja de que su evolución es lenta. Cuando les decimos que tienen un melanoma en el ojo y les explicamos que tienen que ir al oncólogo porque tiene capacidad de metástasis se quedan muy sorprendidos y asustados. Afortunadamente, la incidencia ronda el 5% del total de melanomas”.
“La media de edad en la que se diagnostica se encuentra entre los 55 y los 60 años”, indica la experta, “y puede aparecer, por orden de frecuencia, en la zona uveal, conjuntival y palpebral”.
Signos de alerta
Dice la Dra. Capote que “a menudo el melanoma ocular no ocasiona síntomas en sus primeras fases, pero podría cursar con los siguientes:
– Cambios en el tamaño y la forma de la pupila.
– Cambios en la posición del globo ocular (ojos saltones).
– Cambios en la vista, como visión borrosa, moscas o flashes de luz.
– Cuando se da en el iris, se puede detectar una mancha oscura en él, como un lunar”.
Diagnóstico
Una exploración completa con pupila dilatada, que incluya un fondo de ojo, es suficiente para detectar los signos de que puede haber un melanoma ocular. “Sin embargo, si hay sospecha se pueden pedir otras pruebas complementarias, como la retinografía (fotografías que se hacen al fondo de ojo) o la angiografía, con la que introducimos contraste inyectado para ver con una cámara la retina y la coroides. Tras esto, y confirmado el melanoma, pediremos unas pruebas de estudio de extensión por si hubiera metástasis, ya que en ese caso siempre hay que derivar a un oncólogo que haga las pruebas pertinentes para ver si hay o no afectación a otros órganos y en qué medida”, explica la Dra. Capote.
Tratamiento
“La tasa de supervivencia depende de la localización del cáncer. En los casos más comunes, los tumores que aparecen en el tracto uveal, la supervivencia a cinco años del melanoma de iris ronda el 97%, mientras que en los que afectan al cuerpo ciliar y coroides desciende a un 70%. Hay que estudiar detenidamente cada caso, porque va a depender mucho de la localización y el tamaño del tumor”, indica la experta.
El tratamiento dependerá de ese estudio determinado e individualizado de cada caso, aunque la mayor parte de las veces se intenta optar por la braquiterapia oftálmica, con la que se puede evitar extirpar el ojo y conservar su función.