El cirujano plástico, Moisés Martín Anaya indica que: “el escote es el gran olvidado de los cuidados estéticos. A pesar de que su piel es terriblemente fina y muy frágil , no se exfolia, hidrata o potencia como se hace con la cara y el cuello. Por eso, la solución más completa y de inmediatos resultados es la infiltración de Plasma Rico en Plaquetas”.
Células que producen colágeno
El doctor explica que, “se trata de una inyección o varias inyecciones, dependiendo del número de sesiones que se precisen, de un concentrado obtenido del plasma, un componente de la sangre del propio paciente.
El procedimiento es muy sencillo. En primer lugar, se extrae el plasma, que en su interior contiene los llamados factores de crecimiento, proteínas que regeneran y reparan los tejidos. El material obtenido se centrifuga después para obtener la parte más enriquecida con plaquetas.
La inyección de este material está considerada una de las herramientas con mejores resultados en la lucha contra el envejecimiento. El motivo, es que, al contrario que otros procedimientos estéticos, no aporta colágeno, ni ácido hialurónico, sino que pone a las células a trabajar para producirlo”.
La suma dos ingredientes
“El ácido hilaurónico es la herramienta ideal para aportar la hidratación necesaria en esta piel tan delicada”, continúa diciendo el Dr. Martín Anaya. “El dato curioso que suele resaltarse de esta biomolécula que contiene nuestra piel es su capacidad para absorber mil veces su peso en agua. Más hidratación es igual a más voluminización y mayor definición.
Las vitaminasson el tercer pilar para lucir un escote impecable. La mesoterapia, infiltración para revitalizar la piel apagada y fotoenvejecida, puede llegar a contener hasta doce vitaminas, minerales y aminoácidos para regenerar la dermis.
Por último, y si no hablamos de piel sino de forma y proyección, la cirugía estética puede ayudarnos”, recuerda el doctor, a potenciar nuestro escote. “La cirugía, bien de aumento o de reducción de mamas puede modificar la base medial de la mama y el surco intermamario, conocido popularmente como el canalillo. En una mamoplastia se puede hablar con el cirujano de la posibilidad de dotar de mayor atractivo a esta zona del cuerpo femenino”.