El Dr. Moisés Martín Anaya, cirujano estético, y uno de los primeros profesionales en nuestro país en advertir sobre la irrupción de las autofotos en las consultas de estética, asegura que, “desde entonces, la relación entre selfis y cirugía no solo se da por hecha, sino que, además, se aborda como un fenómeno creciente e imparable. Pero no es sólo una exageración, sino una mitificación, porque, si bien es cierto que esto puede ocurrir en relación a la demanda los tratamientos de medicina estética (Botox o ácido hialurónico), a la hora de pasar por un quirófano, los motivos son menos frívolos, en general”.
Nariz y ojos
Cita el doctor, “las intervenciones en quirófano de estética facial, como la blefaroplastia, el procedimiento que se ocupa del rejuvenecer la mirada con una eliminación o disminución de las bolsas de los ojos, así como con la corrección de las ojeras. Para muchos pacientes, el problema del exceso de piel en los párpados puede llegar a producir problemas de visión”.
Trasciende por lo tanto la necesidad de pasar por el quirófano en algunos casos el deseo de una apariencia física mejor. “Igual sucede con la rinoplastia, que se aborda en muchos casos para solventar dificultades respiratorias”, afirma el especialista.
Cirugía de la mama y liposucción
Lo mismo ocurre con las llamadas reinas de la estética corporal, la cirugía de la mama y la liposucción. “Por supuesto que las cifras que sitúan a estas dos intervenciones en el top”, aclara el doctor, “se deben a un deseo de sentirse mejor con el aspecto físico. No obstante, también se demandan tras el parto, para elevar el pecho y para recuperar la figura, entre otros muchos casos”.
Cifras récord
Estas cuatro intervenciones: blefaroplastia, rinoplastia, mamoplastia y liposucción, se sitúan, precisamente en los primeros puestos de la lista que acaba de presentar la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos (ASPS). Según esta sociedad, la cirugía estética en Estados Unidos vuelve a tocar techo, con 18 millones de intervenciones en 2018, 250.000 más que el ejercicio anterior. La misma tendencia alcista ofrecen los datos en nuestro país en el periodo 2017- 2018 presentados por SECPRE, con 398.350 intervenciones anuales y la coincidencia en cuanto a las operaciones solicitadas.
Exigencia de la profesionalidad
La influencia de los selfis en este aumento de la demanda es residual para el cirujano plástico, que achaca el auge de su especialidad en todo el mundo a los buenos resultados que se obtienen en los quirófanos. Para el Dr. Martín Anaya, “el paciente queda satisfecho y se producen dos fenómenos, el boca a el boca y la imitación.
Con respecto a las noticias sobre fallecimientos en el quirófano en intervenciones de este tipo, el especialista comprende que estos hechos destaquen, precisamente por su carácter excepcional. En este sentido, recuerda que: “el intrusismo conduce a la mala praxis y ciertas titulaciones tales como cirujano oculoplástico o cirujano cosmético como falsas. El profesional para realizar operaciones estéticas debe tener en su posesión del título de Cirujano Estético Plástico y Reparador, expedido por el Ministerio de Sanidad”.