Inmaculada Canterla, farmacéutica especialista en dermocosmética, indica que,“la vitamina A es el compuesto más probado para mejorar todo, desde el acné, las arrugas, síntesis de colágeno, hasta la hiperpigmentación. Puede ser un potente aliado para cuidar la piel y luchar contra el envejecimiento, siempre que se utilice de la forma correcta”.
Para el cuidado de la piel
La experta explica que, “tradicionalmente se ha utilizado la Vitamina A tal cual para el cuidado de la piel, sin tener muchas veces en cuenta ni la concentración a la que se usaba, ni la estabilidad en la fórmula o si la piel de la persona lo iba a poder tolerar o no. Pero poco a poco la investigación en el terreno de la dermocosmética ha ido perfeccionando la forma de uso de los retinoides y se ha ido centrando el objetivo de cada una de sus formas y concentraciones”.
¿De día o de noche?
“Aunque la Vitamina A en sí misma es fotosensible a la luz solar y solo debería ser aplicado de noche”, continúa diciendo, “la realidad es que a día de hoy y con los avances en las formulaciones, un producto en base retinoide no debería hacer que la piel esté más vulnerable a los rayos UV de lo que podría ser después de exfoliar con un exfoliante físico. Pero no hay que olvidar que hay que aplicar y reaplicar siempre el protector solar”.
Distintos tipos y funciones
En dermocosmética, las moléculas que se usan más comúnmente en las formulaciones son:
– Retinil palmitato. “Suele ser el más utilizado por ser más barato, aunque su efectividad es más reducida y condicionada a su concentración y al objetivo que se persiga” explica.
– Retinol. “Es la Vitamina A en estado puro y es el mejor principio activo para luchar contra el fotoenvejecimiento, mejora la síntesis de colágeno y elastina, contribuye a la hidratación de la piel y mejora su textura” explica la especialista.
– Retinal. Canterla indica que, “posee propiedades antibacterianas por lo que es un producto antienvejecimiento ideal para pieles propensas a las imperfecciones, disminuyendo con el tiempo la bacteria responsable de los brotes. Gracias a los nuevos sistemas de encapsulación que permiten la liberación lenta del activo, optimiza la absorción en la piel”.
– Ácido Retinoico. “De usarse puro, será exclusivamente a nivel estrictamente profesional y bajo la supervisión y seguimiento de expertos sanitarios en el cuidado de la piel. De hecho, su principal indicación es el tratamiento tópico del acné vulgaris (grado I a III) combinado con otros medicamentos o para el tratamiento de fotoenvejecimientos importantes” explica.
– Retinil Retinoato. Inmaculada Canterla finaliza diciendo que, “este es un principio activo que ayuda a alisar finas líneas, arrugas y patas de gallo, siendo un producto suave y altamente efectivo en cualquier tipo de piel sin causar irritación, incluso en las zonas más delicadas”.