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Los dermatólogos europeos reclaman una reglamentación más estricta para los tatuajes

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Los tatuajes han ganado una gran popularidad en los países occidentales. En Australia, Finlandia, Francia y Alemania, aproximadamente el 10% de la población tiene al menos uno. La ‘locura de los tatuajes’ es especialmente intensa entre las generaciones más jóvenes, en las que en torno a un tercio o una cuarta parte de ellos tiene un tatuaje.

“Si bien las infecciones sistémicas, como hepatitis o VIH, son mínimas, el resto de los problemas están infradiagnosticados ya que no hay registro de estas incidencias. Los datos que hay sobre el número de efectos adversos varían en función de la población analizada. Por ejemplo, un estudio danés, hecho en personas tatuadas que estaban en una zona de playa, muestra que dos de cada tres personas tatuadas informan de algún efecto secundario relacionado tras exponerse al sol. Faltan estudios epidemiológicos fiables y los datos hay que tomarlos con cautela”, explica la Dra. Christa De Cuyper, miembro de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV) y una experta en este campo.

Aunque las regulaciones sobre salud y seguridad han sido establecidas por el Consejo de Europa y se dirigen a la prevención de infecciones (ej: evitar compartir agujas para prevenir hepatitis B y VIH), los tatuajes no están exentos de riesgo.

Calidad de las tintas

La falta de control sobre la calidad y esterilidad de las tintas son todavía un motivo de preocupación.

Un estudio danés sobre contaminación bacteriana en 58 nuevas tintas mostró que el 10% de estas estaban contaminadas por bacterias de las especies Staphylococcus, Streptococcus, Pseudomonas y Enterococcus y E. Coli. Estas tintas contaminadas pueden generar una infección, especialmente en personas de riesgo, como aquellas con enfermedad cardiaca, diabetes y pacientes con un sistema inmunológico debilitado.

Las alergias y la toxicidad son otros aspectos de preocupación. Las tintas contienen pigmentos, aditivos e incluso nanopartículas de trazas de metales pesados, al igual que impurezas peligrosas derivadas del proceso de producción. Los colorantes de los tatuajes pueden liberar aminos aromáticos carcinogénicos e hidrocarbonos aromáticos policíclicos. En muchos casos, los ingredientes y componentes químicos no están claramente etiquetados.

Algunos pigmentos utilizados en tintas de tatuajes no aparecen en el listado del Comité Científico de los Productos de Consumo, un organismo regulador de la Comisión Europea, y son sustancias que no están permitidas en los cosméticos. A eso se suma que productos ilegales y falsificados de pobre calidad pueden fácilmente comprarse en internet.