El “código de barras”, nombre con el que conocemos las arrugas de los labios, se produce por diversos motivos: afinamiento de la piel, que se produce por el fotoenvejecimiento que se va acumulando con los años; atrofia del músculo, algo que ocurre por el paso del tiempo y que se traduce en un labio más fino y menos jugoso lo que genera esas arrugas de los labios; atrofia del maxilar superior óseo, algo habitual por la falta de calcio que suele darse con los cambios hormonales que sufre la mujer a raíz de la menopausia. Por otra parte, puede haber alteraciones dentales que afecten al aspecto y la formación de las arrugas de los labios y a su contorno, explica la Dra. Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y médico estético.
– Láser CO2 fraccionado y arrugas
Este tratamiento recambia la capa superficial de la piel, se elimina la epidermis y se llega a dermis superficial o dermis media, de tal manera que toda la piel que está arrugada se elimina dando paso a la formación de una piel nueva que va a crecer en la primera semana postratamiento. Esta nueva piel va a estar más densa y tersa, con mejor grosor, vascularización y más saludable. La piel va mejorando su textura y grosor a lo largo de los posteriores 2 o 3 meses y sigue mejorando hasta el sexto mes.
El Láser CO2 se aplica en una sesión, con anestesia local, y tiene un tiempo de recuperación de una semana aproximadamente.
Cuidados: los primeros 4-5 días la piel estará marrón y al 5º día se caerá, es la piel muerta, dando paso a una piel roja turgente y nueva. El enrojecimiento se mantiene bastante tiempo, mes o mes y medio, dependiendo de la intensidad del láser, pero desde el 5º día se puede maquillar. Hay que cuidarla mucho con vaselina, al principio, y luego con cremas hidratantes y protección solar.
Otras soluciones
Si el músculo ha disminuido su volumen, “lo mejor es expandir la unión entre el músculo y la piel con ácido hialurónico. Cuando se va rellenando con hialurónico cada una de estas líneas, una por una, conseguimos dos cosas: empujar a la piel que está pegada al músculo y por lo tanto está arrugada, y además, poner una ‘almohadilla’ entre la piel y el músculo que impide que al gesticular se forme una arruga dinámica. Con este tratamiento mejoramos el efecto estático (sin gesticular) y dinámico (cuando gesticulamos, por ejemplo, pronunciando la ‘o’ o la ‘u’)”, comenta la doctora Pérez Sevilla.
En casos de atrofia del hueso o de mala posición dental “lo tratamos o bien restituyendo el hueso o haciendo una reposición del diente, y en ocasiones con carillas estéticas que aumenten la proyección del labio o cambiando las prótesis dentales. En otras ocasiones, si no queremos recurrir a ese tratamiento de la zona ósea, podemos hacer ‘camuflajes’ con ácido hialurónico. Consiste en inyectar el hialurónico en las zonas donde el volumen óseo o dental se ha perdido, para compensar ese espacio con un relleno muy sutil y empujando ligeramente el labio más hacia afuera para lograr devolverlo a su posición original de juventud”, según la doctora.
Al tratar el código de barras puede ser bueno “realzar el perfil, sobre todo si el ‘arco de Cupido’, o zona central del labio, tiene una forma y proyección buena. El arco de Cupido es mucho más bonito si los dos puntos de elevación del labio están más o menos unidos y no están muy separados. En estos casos, realzar esa zona favorece que capte más la atención de la persona que mira y pasen más desapercibidos otros defectos, como las pequeñas arrugas laterales”.