La Dra. Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial, explica cuales son los tratamientos faciales ideales para hacerse en otoño ya que los rayos solares son menos potentes y es el momento perfecto para abordar problemas cutáneos como manchas, acné u otras patologías.
Es hora de tratar las manchas para igualar el tono de la piel. Para el otoño-invierno incrementamos las concentraciones de los despigmentantes tópicos y del retinol, pues pueden irritar en exceso la piel y no es conveniente la exposición solar cuando se tiene la piel irritada, por eso se reservan en concentraciones más altas en estas fechas.
Además, también se reservan para la temporada más fría tratamientos con peelings más profundos que pueden llevar a la dermis que es la capa más profunda de la piel; y láseres más potentes y que pasamos por todo el rostro para lograr un tono más homogéneo y un rejuvenecimiento, como el láser CO2 fraccionado y la luz pulsada intensa.
Estas técnicas de nueva generación, además de proporcionar excelentes resultados, permiten una ralentización del proceso de envejecimiento y de la caída de los tejidos a partir del momento de su realización.
Renovar la piel para recuperar la luminosidad
Para rectificar la tez apagada e inyectar ese aspecto luminoso que necesita, siempre se recomienda un tratamiento que no entiende de edades ni tipos de piel, es decir, es apto para toda persona que quiera recuperar esa luz propia de la juventud. Se trata del Carbon Peel Flash cuyo ingrediente estrella es el cabrón activado de origen vegetal y que, junto a un láser dermatológico Q-switched innovador y de última generación, trabajan en sinergia para renovar la piel y reestablecer la luminosidad perdida. Es ideal para realizarlo en otoño para renovar y revitalizar la tez.
Piel limpia en profundidad para mantener a raya los brotes de acné
Hay una clara tendencia a la aparición de brotes de acné en forma de espinillas, granitos y comedones, causados por la sudoración excesiva por las altas temperaturas y el consecuente taponamiento de los poros y las glándulas sebáceas; una acumulación de células muertas e impurezas por falta de exfoliación. Además, puede también que falte hidratación.
Para limpiar en profundidad lo ideal es apostar por las higienes faciales personalizadas en las que, dependiendo del tipo de piel, se combina el poder de la limpieza cosmética, aparatológica y manual teniendo en cuenta las características intrínsecas y extrínsecas de cada persona. Desde una triple limpieza al más puro estilo japonés con leche, gel y micelas, peelings mecánicos superficiales para renovar la epidermis, vaporización y ozonoterapia hasta la microdermoabrasión para las pieles más gruesas, arrugadas y fotoenvejecidas, peelings químicos para penetrar activos que renueven la piel, ultrasonidos de masaje de recuperación o la alta frecuencia para mejorar el metabolismo de la piel y la recepción de los productos por parte de las células, finaliza la experta.