Al sonreír, explica la Dra. Gema Pérez Sevilla, los labios superiores se curvan sobre los dientes, exponiendo las encías en exceso. Esta sonrisa, llamada “sonrisa gingival”, a veces puede suponer un problema estético. Algunas personas llegan, incluso, a evitar sonreír para no atraer la mirada de los demás. Para corregir esta parte del rostro y encontrar una sonrisa más armoniosa, existen varios tipos de tratamientos sencillos y rápidos, sin dolor ni cicatrices, permitiendo olvidar los complejos.
¿Qué es la sonrisa gingival?
La sonrisa gingival revela todos los dientes, así como las encías de forma parcial o completa. Los labios se levantan demasiado cuando se contraen, revelando la dentición y la carne gingival más o menos pronunciada, presentando una boca demasiado abierta, demasiado visible en la cara, asegura la doctora.
Causas de la sonrisa gingival
Cuando sonreímos, varias partes de la cara interactúan: los músculos faciales suben por el labio inferior y el labio superior, dejando al descubierto las encías, la mandíbula y los dientes. La sonrisa gingival puede ser causada por una (o más) anomalías fisiológicas o musculares de estos diferentes elementos de la anatomía facial.
– Las encías, muy desarrolladas, se elevan demasiado en el maxilar superior.
– El labio superior y/o inferior es demasiado fino, demasiado corto, no ocultando suficientemente las encías.
– Los músculos elevadores del labio superior muestran una hiperactividad que desequilibra la forma y posición de la sonrisa.
– La implantación dental es demasiado alta hacia la nariz.
– La forma y/o posición de la mandíbula es anormal, con un frenillo demasiado corto entre el labio superior y la encía.
Tratamientos para la sonrisa gingival
Se puede corregir la sonrisa gingival con toxina botulínica o ácido hialurónico. Se trata de una técnica que evita que haya mucha exposición de la encía superior cuando se sonríe. Aparte de ser un tratamiento estético que mejora la sonrisa del paciente, tiene beneficios para la salud periodontal. La exposición excesiva de las raíces de los dientes provoca sensibilidad dental, algo que se corrige con las infiltraciones, al quedar más protegidos. También se consigue que los tratamientos con geles antisépticos o desensibilizantes en pacientes con problemas dentales, resulten más eficaces, al haber una mayor cobertura de la zona, finaliza la doctora.
