Las manchas del rostro, según nos explica la farmacéutica Rocío Escalante, “son un mecanismo de la propia piel para protegerse de las agresiones que provocan los rayos solares. Si te han salido manchas en el rostro es porque los melanocitos (células encargadas de sintetizar la melanina) no han funcionado correctamente. Las causas de las manchas del rostro pueden ser varias: un uso incorrecto de la protección solar, exposición durante las horas centrales del día, toma de anticonceptivos y otros medicamentos, cambios hormonales como el embarazo o la menopausia, o incluso simplemente tu genética”.
Tipos de manchas en el rostro
Aunque hay otras, las que asociamos con el verano por los rayos solares son las principales manchas del rostro, según indica la farmacéutica:
– Léntigos solares: manchas de color marrón oscuro, pequeñas, normalmente circulares y que aparecen en el rostro y el dorso de las manos.
– Melasma, también conocido como paño: es una mancha simétrica que aparece en la frente, en el labio superior o en las mejillas. Su color es más claro y está asociado a la toma de anticonceptivos y al embarazo.
– Pecas o efélides: son manchas pequeñas de color pardo, que aparecen desde la niñez y que se incrementan con la edad. Aparecen en el rostro, el pecho, los brazos y la espalda, principalmente.
Cómo eliminar las manchas del rostro
La farmacéutica señala que “es importante saber a qué tipo de mancha nos enfrentamos para poder elegir el mejor tratamiento para eliminarla, así que recomiendo ponerse en manos de un profesional médico especializado para seguir sus indicaciones. A partir de ahí, se puede elegir un tratamiento despigmentante que incluya algunos de los activos más potentes para luchar contra las manchas como el ácido tranexámico, el ácido azelaico, los retinoides, el ácido glicólico, el ácido kójico, la hidroquinona, la niacinamida, etc. Conviene empezar con los tratamientos despigmentantes cuando no vayamos a estar expuestos al sol, para evitar posibles alergias o irritaciones, ya que su principal acción va a ser exfoliar la piel para eliminar la capa superficial y así combatir las manchas.
Los tratamientos despgimentantes se utilizan, principalmente, por la noche y es preferible empezar a aplicarlos de forma gradual, una vez a la semana, o cada dos o tres días, según nuestra sensibilidad, para que la piel se vaya acostumbrando. Además, hay que tener paciencia y ser muy constantes, ya que antes de dos meses es difícil ver resultados”.
Fotoprotección y antioxidantes, imprescindibles
Por otra parte, la farmacéutica aconseja utilizar “fotoprotección a diario, incluso en días nublados, y antioxidantes, que además de frenar la acción de los radicales libres, inhiben la síntesis de la tirosinasa, siendo efectivos para mejorar las manchas”.