La farmacéutica Rocío Escalante comenta que a raíz del uso de la mascarilla se reciben muchas consultas preguntando por el herpes labial, “no es por el uso en sí de la mascarilla, pero sí está relacionado con el estrés y la bajada de defensas, que está siendo algo bastante recurrente en estos meses. En realidad, el herpes labial se produce por una infección viral, provoca por el virus Herpes simple. El problema es que una vez que tienes contacto con este virus, permanece inactivo en las células nerviosas, y por eso reaparece en diferentes momentos. Esto explica por qué hay personas que suelen sufrir calenturas de vez en cuando y otras, en cambio, que nunca las han sufrido”.
Síntomas del herpes labial
– Sensación de hormigueo, escozor y ardor en el labio.
– La zona se inflama y aparece la ampolla o ampollas que pueden supurar.
– Luego esa ampolla se convierte en una costra.
Factores desencadenantes
El origen es un virus, explica la farmacéutica, con el que solemos tener contacto en la infancia, a partir de ahí diversas situaciones como una bajada de defensas, el estrés, padecer un resfriado o una gripe, pueden reactivarlo. Otro factor que también puede provocar su reactivación es la exposición prolongada al sol, sin utilizar protección labial, tanto en verano, como en invierno, por ejemplo, si vamos a esquiar.
¿Cómo tratarlo?
Una vez que sale el herpes no se puede eliminar, es decir, hay que tener paciencia y lo único que podemos hacer es tratar de minimizar las molestias, aconseja la especialista. Suele durar una semana. Si durara más o hubiera algún signo de infección, hay que acudir al médico para que valore un tratamiento con antibiótico. En la farmacia se dispone de diferentes tratamientos tópicos que lo que van a hacer es minimizar el picor, la quemazón o la inflamación.
Además, es importante mantener una buena higiene en la zona, evitar tocarlo con las manos sucias y, por supuesto, evitar besar, compartir vasos, cubiertos… con otras personas porque es un virus contagioso. No se recomienda el contacto directo del cosmético con el herpes. La humedad que se produce dentro de la mascarilla puede retrasar su curación, así que es importante cambiar la mascarilla de forma más habitual.