14/12/17.- Según el estudio “Aumento de pecho: las españolas opinan” desarrollado por Allergan, el principal motivo de insatisfacción de las mujeres en esta zona corporal es el poco volumen (39%) seguido del pecho caído (30%).
Por edades, las mujeres de entre 18 y 45 años están más preocupadas por tener un pecho pequeño, mientras que las que están entre los 46 y los 60 años tienen como mayor preocupación tenerlo caído.
Cabe destacar que el 46% de las españolas encuestadas se ha sentido acomplejada por su pecho alguna vez y casi el 40% usa habitualmente sujetador con relleno o con efecto ‘push up’ porque le aporta seguridad. En cuanto a la motivación, la gran mayoría de las mujeres, en el caso de hacerse un aumento de pecho, lo haría para sentirse bien consigo misma (81%).
Según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), el aumento mamario continua liderando la primera posición de intervenciones de cirugía estética con un 26,31%, y la edad más frecuente se sitúa “entre los 25 y los 30 años, aunque cada vez hay más mujeres en torno a los 20 que deciden realizársela”, afirma el Dr. Vicente Paloma, director del Instituto Paloma en Barcelona. “Lo que si debemos de tener en cuenta es que la mujer haya completado su madurez física y psicológica”, añade.
Desde la SECPRE se advierte que sólo el 34,83% de los pacientes que se realizan a una intervención de cirugía estética se informa sobre la cualificación del médico. En los últimos congresos de este año, numerosas sociedades científicas y expertos destacan como cada vez hay más intrusismo en la profesión y recuerdan al paciente que debe cerciorarse de que el especialista posea el título oficial y homologado que le cualifica como Médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.
Actualmente, se practican entre 18.000 y 19.000 intervenciones de este tipo al año. El Dr. Paloma destaca que “el principal objetivo es lograr un resultado natural, proporcionado y ajustado a las expectativas de la paciente”, y destaca la importancia de que “el profesional le ayude a tomar las decisiones sobre la prótesis a utilizar, intentando siempre velar por un resultado que sea adecuado y armonioso”.