La Dra. Nelly Cartró, especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Medicina Estética Avanzada de Clínica Opción Médica, indica que “la zona del contorno de los ojos envejece antes que el resto del rostro debido a que la piel es cinco veces más fina que la de otras zonas de la cara, la concentración de fibras como el colágeno o la elastina es menor y presenta una cantidad de glándulas sebáceas inferior. Asimismo, otros factores como el estrés, la falta de sueño, la fatiga, la excesiva ingesta de alcohol o la excesiva exposición solar pueden acelerar el proceso de aparición de arrugas”.
La experta propone “un tratamiento ideal es la toxina botulínica, ya que proporciona excelentes resultados a la hora de reducir las arrugas de expresión; el acido hialurónico puede aplicarse también como complementario en aquellos casos en los que la arruga se marca incluso con la cara relajada.
La toxina botulínica es una proteína que relaja temporalmente el músculo donde se infiltra, de modo que atenúa aquellas que van apareciendo con el movimiento del rostro con acciones como el lloro o la risa que provocan que los músculos se contraigan. Es un tratamiento mínimamente invasivo”, continúa diciendo Cartró, “rápido y totalmente indoloro. Se aplica a través de micro inyecciones directamente en el músculo responsable de su formación y al relajarlo se consigue la prevención otras de nuevas”.
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Sobre las arrugas que van apareciendo por encima del labio superior, la doctora explica que, “son eficazmente tratables con ácido hialurónico. Esta es una molécula que todos tenemos en el organismo cuya principal función es la de captar agua y retenerla. En el proceso de envejecimiento esta sustancia se degrada y el organismo disminuye su reposición, el resultado es la pérdida de volumen y aparición de arrugas.
Se aplica mediante micro-inyecciones directamente en la piel. Además de aportar el ácido hialurónico perdido, permite remodelar formas y contornos del rostro y labios y dar volumen en las áreas modificadas por el proceso de envejecimiento. Asimismo, permite rellenar surcos y aquellas arrugas más profundas y visibles con el rostro en reposo, sin gesticular.
También se utiliza para devolver volumen a zonas como mejillas y mandíbula, afectadas por el envejecimiento, para reducir las ojeras y aumentar el volumen de los labios”, finaliza.