“El papel antioxidante, antiinflamatorio, antiséptico, oxigenante, regenerador del ozono puede ser de útil aplicación en el cuidado tanto de la piel como del organismo en general”, indica la Dra. Leire Gorrotxategui, médico estético y especialista en antienvejecimiento, que ha incorporado la ozonoterapia a su arsenal terapéutico de la medicina antiaging, y añade que, “utilizado, bien por sí sólo o en combinación con determinados tratamientos como la mesoterapia (facial, corporal o capilar), PRP, sueroterapia, etc. potenciará sus efectos”.
El ozono permite un mejor transporte del oxígeno y no deja residuos tóxicos en el organismo. “Con ozono también se estimula la producción de colágeno y elastina, se desinfecta la piel de elementos agresivos y estimula el desarrollo de la vitamina D, la que hace que la piel esté más suave y tersa”, indica la experta.
La ozonoterapia es un tratamiento adecuado para combatir la celulitis, ya que el ozono oxigena los tejidos, activa el metabolismo de las grasas y ayuda a eliminar los ácidos grasos insaturados.
También, explica la Dra. Gorrotxategui, “ofrece muy buenos resultados en el tratamiento de problemas de psoriasis, vitíligo, herpes, acné, dermatitis o en procesos de cicatrización.
Además, la aplicación de ozono mediante sueroterapia tiene un efecto energizante, reparador y revitalizante para todo tipo de pacientes. A la vez que les refuerza el sistema inmune y el sistema antioxidante. La mayoría de los pacientes experimentan una sensación de bienestar e, incluso, euforia”.