El inicio de una década siempre es ilusionante y estamos comenzando la segunda de este siglo. Quien más quien menos recuerda aquello de “los locos años 20” o “los años felices”, donde tras la Primera Guerra Mundial se asume la felicidad, los rascacielos modernizan las ciudades, se populariza el arte y, en la música, con el esplendor del jazz, llegan ritmos como el charleston. En las calles los carruajes dejaron paso a los automóviles y en las casas entran aparatos como el gramófono, la radio o el teléfono. También en esos años, Fleming descubrió la penicilina. La mujer empieza a asumir papeles que hasta entonces le eran desconocidos: muestra su personalidad a través de la moda y el maquillaje, incluso algunas comienzan a levantar la voz y empiezan a ser escuchadas.
Por eso tenemos que aprovechar las buenas expectativas de lo que está por venir y los buenos presagios de todos los inicios, como los excelentes datos aportados por la SEME en su recién presentado estudio socioeconómico de la Medicina Estética y del que hablamos en estas páginas. Destaca también el dato de la incorporación de la población joven a la especialidad y, por eso, les hemos dedicado el monográfico de este número, mientras que en nuestro reportaje nos centramos en definir el volumen, tanto para realzar el rostro como para remodelar el cuerpo.
Y cuando hablamos de este año y de lo que va a significar, no podemos olvidar lo que va a suponer en cuanto a normativa. El 26 mayo se pone fin al periodo transitorio del Reglamento de Productos Sanitarios y, a partir de ese momento, entrará en vigor una nueva legislación europea que supondrá un punto de inflexión en cuanto a la seguridad de estos productos, que afectará tanto a fabricantes como a consumidores.
Estamos a primeros de año y casi todo está por venir, así que juntos y poco a poco iremos descubriendo día a día qué nos depara a cada uno de nosotros estos nuevos años 20.