Inicio Opinión De Atapuerca ...

De Atapuerca a la inmortalidad

Compartir

“La muerte será opcional y el envejecimiento una enfermedad curable”. Con esta frase puede resumirse el contenido del libro: “La muerte de la muerte” cuyos autores son, José Luis Cordeiro, ingeniero y David Wood, uno de los pioneros en la industria del Smartphone. En la obra, vienen a decir que, en un futuro próximo, los humanos moriremos de causas accidentales pero no de lo que hasta ahora considerábamos como “manera natural” porque nuestro ciclo vital ha concluido.

La vida futura dependerá de técnicas y saberes como la nanotecnología, la medicina regenerativa, células madre o impresiones de órganos en 3D.

Futuro que ya es realidad. La regeneración celular de tejidos es un campo emergente, multidisciplinar de uso ya activo y real para las especialidades que nosotros llamamos “Medicina para la Belleza”, además de su aplicación en personas con enfermedades crónico-degenerativas, pudiendo llegar a ser de necesidad para la salud pública.

Otro tanto puede pasar con la impresión 3D, ya utilizada para hacer piel humana por científicos de la Universidad Carlos III de Madrid, cada vez más perfeccionada, compleja y funcional. Realizada con una bioimpresora y que en un futuro podría ser trasplantada a pacientes.

Hojeando este libro, que me pasaron unas amigas, me vino a la memoria en ese momento, no sé bien por qué, mi visita a la sierra de Atapuerca en Burgos. Allí, durante décadas de  excavaciones científico-arqueológicas, se está construyendo el mapa genealógico de la humanidad. En este lugar se desenterraron los huesos del llamado “Homo antecessor”, el homínido más antiguo que pobló Europa y con el que el género humano empezó a definirse como especie.

El aumento del cerebro, el andar bípedo, el desarrollo de nuestros pulgares con los que se consiguen sujetar y usar herramientas de uso complejo, el control del fuego o la formación del lenguaje. Cientos de millones de años de evolución que nos han llevado hasta una realidad que hasta hace poco considerábamos ciencia ficción, pero… ¿verdaderamente queremos o podremos ser inmortales?.