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Fake news: bulos de ayer, hoy y siempre

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Evitar el dolor, la enfermedad y conseguir, sobre todo, la inmortalidad, ha sido un anhelo del ser humano desde el principio de los tiempos y para conseguirlo no se han escatimado medios, máxime teniendo en cuenta la picaresca de la que algunos son auténticos maestros. Es por ello que términos tan en boga como bulos, “fake news” o productos milagro no son algo tan novedoso como podríamos pensar.

Cuentan que uno de los primeros “influencers” de la historia fue el emperador chino Qin Shi Huang, quien murió a los 39 años a causa de las grandes cantidades de mercurio que ingería, por un supuesto potencial para concederle la vida eterna.

Otros productos para estos fines, utilizados desde tiempos inmemoriales han sido los derivados de animales. Los “poderes medicinales” del cuerno de rinoceronte están datados en la China del año 200 a de C., idea que llegó a la Europa medieval. Su polvo era muy apreciado para detectar veneno en los cálices. Además, dicen que los príncipes indios bebían en copas labradas con los apéndices de estos animales y que se rompían si había veneno en ellas.

Desgraciadamente, hoy en día en la medicina tradicional asiática el polvo de cuerno de rinoceronte se continúa utilizando para rebajar la fiebre, mitigar las contusiones, aplacar enfermedades como la epilepsia y el sida, curar el cáncer y, sobre todo, como afrodisíaco. La Ciencia dice que es solo una masa de pelo endurecida formada por una sustancia similar a la queratina de nuestras uñas.

Pero también se utilizan otros productos de fauna salvaje: huesos de tigre, pene de ciervo, patas de pollo… todos ellos con “propiedades mágicas” y, muchos de ellos, al tratarse de especies protegidas están ligados al tráfico de animales, el tercer negocio ilegal más importante del planeta.

Pero volvamos a la Edad Media, se dice que para librar a los seres queridos de la Peste Negra europea, las personas acaudaladas regalaban un diamante. Cuentan que Federico II, rey de Sicilia y Jerusalén murió por sobredosis de este mineral derivado del carbón y lo mismo le sucedió al Papa Clemente VII, que falleció por un tratamiento curativo con polvo de diamantes.

Y ¿qué decir del poder de las perlas? curan la locura, la depresión en las mujeres y actúan contra las picaduras de insectos, sin olvidar sus propiedades afrodisíacas.

Todas estas medidas nos hacen llevarnos las manos a la cabeza y sonreír. Desconocimiento, ignorancia, miedo, pero ¿quiénes son los que hoy ponen en duda la importancia de la investigación científica y su evidencia?