Cómo coser con maestría, ésta es la habilidad que todos los cirujanos quieren poseer y cuando en un rostro existe piel sobrante, arrugas profundas o mucha flacidez, se puede recurrir a un lifting o mini-lifting para rejuvenecerlo, sin cambiar la forma de la cara o su expresión, pero hay que hacerlo sin cicatrices, hematomas y con el mínimo dolor posible.
La Dra. Bertha Torres (México) explicó con todo detalle durante el congreso médico de la AECEP (Asociación Española de Cirugía Estética Plástica) celebrado en Madrid, cómo realizar un lifting poco invasivo para redistribuir correctamente toda la piel de rostro con el uso de la “red hemostática de Auersvald” como complemento de la cirugía facial para no producir hematomas.
Se trata, dice la experta, de hacer una sutura que adhiera todas las estructuras para redistribuir la piel, estirando allí donde sobra. Podemos definirlo como una fina tela que se teje sobre la piel. No resulta una técnica fácil porque es muy laboriosa y requiere más tiempo quirúrgico del habitual, pero el resultado es muy natural (existen varios artículos publicados sobre esta técnica).
Se realiza con sutura de nylon extra fino (horizontal y vertical) hecha bajo tumescencia. Los puntos no deben estar ni muy apretados ni demasiado laxos, no hay que dejar demasiado espacio entre ellos y la dirección de los mismos debe ser la correcta y exacta (en el cuello de abajo hacia arriba). En las mejillas los puntos deben ser en horizontal como si se estuviera tejiendo y se debe seguir la vascularidad de los colgajos cutáneos.
En cuellos pesados con exceso de piel y de grasa hay que redistribuir la piel. Esta técnica la he aprendido del Dr. Timothy Martin quien me enseñó a no provocar hematomas o fibrosis siendo menos dolorosa que otras técnicas.
Hay que destacar que, tras la operación se requiere llevar una malla ortopédica antes de quitar los puntos que no se deben dejar más de 48 horas. El postoperatorio requiere mucha limpieza, antibióticos y profilácticos, explicó la Dra. Torres en su intervención.