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La frente como determinante en la proporción del rostro

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La Dra. Beatriz Berenguer Fröhner, vicesecretaria de la AECEP (Asociación Española de Cirugía Plástica) expone cómo la forma de la frente puede ser un aspecto determinante en nuestro rostro.

Según el canon de estética clásico, la proporción del rostro divide la cara en tres zonas que deben medir lo mismo para que la armonía sea ‘perfecta’: del nacimiento del cabello a las cejas (frente), desde las cejas hasta la nariz y desde la nariz hasta la barbilla. No es fácil cumplir estas leyes, pero sí es probable acercarse a ellas.

Actualmente, si la frente mide entre tres y cuatro dedos, podemos decir que está en la ‘normalidad’. Si es más grande, quizás la paciente no se sienta cómoda con el pelo recogido o le parezca que tiene más edad de la real. Flequillos, bandeau, o raya del pelo muy lateral, son algunos trucos que ayudan a disimularlo.

La línea capilar femenina siempre es más estable que en el hombre porque las mujeres sufren menos alopecias tempranas. Desde la AECEP, coincidimos en que la paciente ideal es la que tiene el cabello y la frente tipo “Blanca Nieves”. En estos casos (cuando la línea capilar está muy próxima a las cejas), se puede retraer entre 2/3 centímetros para mejorar así el equilibrio facial.

Frontoplastia

La Dra. Berenguer dice que la finalidad de la frontoplastia es corregir la desproporción existente en un rostro para que este resulte armónico. El procedimiento es el siguiente:

– Se marca la línea y la distancia de avance del cabello según la laxitud del cuero cabelludo.

– Se anestesia totalmente al paciente (aunque la intervención suele ser ambulatoria).

– Se procede a una disección del cuero cabelludo preservando los folículos capilares con una microsutura quirúrgica.

– Los bordes deben estar “afrontados” y no debe haber tensión en el cierre: “cero tensión”. La cicatriz va en paralelo al cabello (al ras) para que no resulte visible. La línea de implantación del cabello queda oculta.

Después de la intervención, es posible que la zona a tratar permanezca acorchada o acartonada durante algunos días. La cicatriz debe ser revisada cada semana y es importante evitar el tabaco en el postoperatorio. La recuperación total con cambios tangibles se producirá a los 3/6 meses.

Esta intervención está desaconsejada si antes se ha producido un lifting. También está contraindicada en casos de glaucoma, ojo seco o desprendimiento de retina.

En cuanto a la posibilidad de reducir la frente con injertos capilares, los cirujanos estéticos plásticos especialistas de la AECEP no están de acuerdo, porque “los injertos capilares van muy bien para hombres, pero no en mujeres, ya que el aspecto parece de pelo púbico y no es estético”, reafirma la doctora Berenguer.