La Reunión de Dermatología Privada y Nuevas Tecnologías organizada por Dermus tiene una nueva cita en Valencia, del 23 al 25 de marzo, en la que será su décimo quinta edición, fiel a su sentido práctico y cercano de siempre. En esta entrevista, la Dra. Paloma Cornejo, integrante de su Comité Científico, hace hincapié en “ese espíritu de compartir y que la experiencia de unos les sirva a otros”.
En esta nueva edición de la “Reunión diferente” de Dermus ¿qué temas destacaría?
Como siempre, la Reunión de Dermus tiene un programa que combina la gestión de las clínicas privadas con cuestiones prácticas que se repiten en el día a día de nuestras consultas. Es la “reunión de las reuniones”, y como habitualmente decimos quienes la organizamos y todos aquellos que somos asiduos, donde más se aprende es en los pasillos de los congresos o en las reuniones lúdicas. Pues Dermus quiere ser eso: profesionalidad, cercanía, confianza, transparencia y sinceridad, que la experiencia de unos les sirva a otros para que no les suceda lo mismo o sepan cómo actuar ante determinadas circunstancias. Ese es el espíritu: compartir. Todos los bloques del programa de este año son interesantes. Destacaría los que tratan los errores como punto de aprendizaje, así como el manejo de pacientes especiales, como los niños, mujeres embarazadas o lactantes. Tenemos un bloque quirúrgico (parte importante de nuestra especialidad), en la que algunos compañeros son muy activos y nos animan a realizar esta práctica de forma segura y regulada en nuestras clínicas). Y por supuesto nuestras mesas de gestión, entre las que destacaría: las inquietudes financieras, la contratación de colaboradores y el debate acerca de la necesidad de crecer o no como empresa. Contamos con cursos para personal no médico donde podemos apuntar a nuestras auxiliares para formarse en reanimación cardiopulmonar, pacientes complejos… y los cursos y talleres prácticos de escleroterapia, entre otros.
¿En qué momento se encuentra la Dermatología privada?
Hay un verdadero boom post pandemia del cuidado de la piel, especialmente en la región facial, y la población ya va identificando al dermatólogo como especialista en piel sana, no solo en la piel enferma. Nos consultan por patologías más leves que antes, piden rutinas cosméticas, les importa la prevención del envejecimiento, entre otras cuestiones del día a día. Si a esto le sumamos que la Sanidad Pública está saturada, podemos decir que tenemos una alta demanda a la que debemos satisfacer con la calidad que se merece.
En su opinión ¿Cuál es el área dermatológica que más está creciendo?
La Dermatología Cosmética y la Tricología están en auge por las razones previamente expuestas y por el interés creciente de las nuevas generaciones. Antes estaba mal visto que te dedicaras a los láseres o a inyectar, parecía que eras menos médico. Afortunadamente eso ya pasó. Se trabaja con rigor y con formación, pero no debemos abandonar las otras disciplinas de nuestra especialidad (patologías inflamatorias, tumorales, infecciosas, enfermedades venéreas…) que es lo que nos hace diferentes y referentes, porque la dermatología abarca mucho más que la estética.
¿Qué balance se puede hacer de la trayectoria llevada hasta ahora por Dermus y qué retos quedan por cumplir?
Lo primero que tenemos que destacar es que el espíritu con el que se creó Dermus sigue vivo. Aún somos pequeños, pero no nos importa tanto el número sino el compromiso de los asociados. La web se ha mejorado y se ha completado con material didáctico de otros congresos. Vamos creciendo en conocimientos como emprendedores que somos, aunque aún nos falta mucho porque nos educaron como médicos, que es lo que nos gusta ser, y trabajar con y para nuestros pacientes. Necesitamos asesoramiento de colaboradores (requisitos de apertura, inspecciones, normativa laboral, fiscal…), puesto que cuando estamos en el trabajando día a día nos damos cuenta de que la administración pone constantes “palos en las ruedas” y debemos estar asesorados y preparados. La realidad se impone y no podemos navegar solos.