Aunque la mayoría del cáncer cutáneo es prevenible y tiene muy buen pronóstico si se detectan en fases precoces, las cifras indican que el número de casos de cáncer de piel aumenta un 10% cada año en nuestro país y que la incidencia de tumores dermatológicos se ha duplicado en los últimos 30 años. Concretamente, en España se diagnostican anualmente 4.000 nuevos casos de melanoma (el tipo de cáncer de piel menos frecuente, pero más agresivo) y más de 74.000 casos de cáncer cutáneo no melanoma.
La importancia del diagnóstico temprano
Según los expertos, esta tendencia se mantendrá en el futuro si no se implantan en la población hábitos adecuados de fotoprotección y no se conciencia acerca de la importancia de llevar a cabo revisiones de la piel de manera regular. Estas medidas resultan indispensables para detectar las lesiones cutáneas en sus fases tempranas, un factor directamente ligado al buen pronóstico del cáncer de piel y a la supervivencia del paciente.
El Grupo de Dermatología Pedro Jaén ha implantado un dispositivo tecnológico que es una solución innovadora y eficaz para detectar el cáncer de piel en sus fases más tempranas. El Dr. Salvador González, experto internacional en detección precoz del cáncer de piel del Grupo, explica que “es el sistema con la mayor capacidad de detección de lesiones cutáneas en España. Su combinación de imágenes 3D e imágenes de demoscopia digital secuencial (SDDI) lo convierten en la mejor técnica no invasiva para detectar melanomas y cáncer cutáneo no melanoma”.
Replicar la superficie de la piel
Gracias a un sofisticado sistema dotado 92 cámaras e iluminación de polarización cruzada, se capturan imágenes de toda la superficie de la piel y se ofrece con asombroso detalle una visión tridimensional de las lesiones cutáneas del paciente.
Este equipo es capaz de tomar imágenes de todo el cuerpo y replicar la superficie de la piel en 3D en menos de un segundo de manera que cada lunar, lesión o imperfección se puede ver, evaluar y analizar en pocos minutos por parte de los dermatólogos.
“Este análisis fotográfico nos permite acceder a una visión global extraordinariamente detallada de toda la superficie cutánea del paciente. Además, gracias a esta tecnología podemos diseñar un mapa dermatológico para registrar y hacer un seguimiento de la evolución de lunares y lesiones que nos permite ver de manera rápida y clara cualquier modificación sospechosa. Cuanto antes identifiquemos estas variaciones susceptibles de malignizarse, antes podremos establecer un diagnóstico y un tratamiento”, explica el especialista.
Los grandes beneficiados de esta tecnología son los pacientes con melanoma. Este tumor cutáneo es menos frecuente en comparación con otros tipos de cáncer de piel, pero su agresividad es mucho mayor y la tasa de supervivencia está directamente relacionada con el grosor de la lesión maligna en el momento de ser extirpada quirúrgicamente. No obstante, gracias a esta aparatología también se podrán tratar otros tumores cutáneos, como el carcinoma de células basales, el de células escamosas y otros tumores infrecuentes de la piel.