Los nuevos láseres con mejores resultados, menos molestias y más seguridad y las características de las nuevas toxinas, son algunos de los temas abordados durante la última Reunión del GEDET celebrada recientemente.
El Dr. Leandro Martínez Pilar, señaló como gran innovación la variabilidad de equipos, longitudes de onda y anchos de pulso. “Todo ello nos permite que con los equipos emisores de energía consigamos resultados eficaces adaptados al paciente con seguridad y tolerabilidad”.
Además, indicó: “en algunos láseres tenemos que provocar una ablación de la epidermis y pueden aparecer pequeñas costras, pero los equipos actuales las minimizan cada vez más. Usamos con frecuencia láseres fraccionados no ablativos, con los mínimos efectos secundarios y sin baja para el paciente. En realidad, un láser no debe producir una quemadura, lo que hacemos es fotocoagular, termólisis o degradación de pigmentos, una estimulación por calentamiento. Y no tiene porqué doler, aunque con algunos equipos pueda notarse cierta molestia”.
Toxinas con más duración y menos efectos adversos
El Dr. Carlos Morales-Raya, explicó que se prevén dos nuevos lanzamientos de toxinas botulínicas en los próximos meses, y están en desarrollo nuevas moléculas de mayor y menor duración de efecto que las actuales, ya que “una de las causas más frecuentes de reacciones adversas en toxina o de falta de eficacia de la misma vienen relacionadas con el proceso de reconstitución. La toxina viene en forma de liofilizado que para su uso es necesario reconstituir con suero fisiológico. En muchas ocasiones la reconstitución no es correcta llevando a la aparición de efectos adversos como ptosis del párpado o excesivo bloqueo del músculo, ambas reversibles. Por otro lado, si la reconstitución se realiza con más suero fisiológico del recomendado por el laboratorio nos puede llevar a falta de eficacia o menor duración de efecto. En este caso al venir ya reconstituida nos facilita ese paso evitando estos errores”. celebrada recientemente.
El Dr. Leandro Martínez Pilar, señaló como gran innovación la variabilidad de equipos, longitudes de onda y anchos de pulso. “Todo ello nos permite que con los equipos emisores de energía consigamos resultados eficaces adaptados al paciente con seguridad y tolerabilidad”.
Además, indicó: “en algunos láseres tenemos que provocar una ablación de la epidermis y pueden aparecer pequeñas costras, pero los equipos actuales las minimizan cada vez más. Usamos con frecuencia láseres fraccionados no ablativos, con los mínimos efectos secundarios y sin baja para el paciente. En realidad, un láser no debe producir una quemadura, lo que hacemos es fotocoagular, termólisis o degradación de pigmentos, una estimulación por calentamiento. Y no tiene porqué doler, aunque con algunos equipos pueda notarse cierta molestia”.
Toxinas con más duración y menos efectos adversos
El Dr. Carlos Morales-Raya, explicó que se prevén dos nuevos lanzamientos de toxinas botulínicas en los próximos meses, y están en desarrollo nuevas moléculas de mayor y menor duración de efecto que las actuales, ya que “una de las causas más frecuentes de reacciones adversas en toxina o de falta de eficacia de la misma vienen relacionadas con el proceso de reconstitución. La toxina viene en forma de liofilizado que para su uso es necesario reconstituir con suero fisiológico. En muchas ocasiones la reconstitución no es correcta llevando a la aparición de efectos adversos como ptosis del párpado o excesivo bloqueo del músculo, ambas reversibles. Por otro lado, si la reconstitución se realiza con más suero fisiológico del recomendado por el laboratorio nos puede llevar a falta de eficacia o menor duración de efecto. En este caso al venir ya reconstituida nos facilita ese paso evitando estos errores”.