Eduardo López Bran, dermatólogo fundador de la Clínica Imema, indica que: “para llevar a cabo un trasplante capilar es necesario realizar un estudio previo del paciente, tanto a nivel clínico como analítico. Es indispensable hacer una adecuada selección del paciente, su preparación personalizada y, por supuesto, una correcta ejecución del trasplante. Así como también será de vital importancia el tratamiento posterior instaurado por el dermatólogo, que permitirá obtener los mejores resultados posibles.
Cualquier mujer u hombre puede someterse a un riguroso análisis que determine si es o no un paciente idóneo para un trasplante capilar. Bien es cierto que es mayor el número de hombres que optan por ello, pero cada vez hay más mujeres que demandan esta solución para su alopecia.
En este momento la demanda de trasplantes para el tratamiento definitivo de la calvicie crece año a año, aumentando también la demanda de otros tratamientos como el trasplante de cejas o la barba”.
Seguridad, la mejor garantía
“Es importante recalcar”, continúa diciendo el doctor, “que el trasplante de pelo es un tratamiento quirúrgico de una enfermedad que es la alopecia. Como cualquier otra intervención, no está exenta de complicaciones o, incluso, de no obtener los resultados que el paciente desea. Por eso es importante realizarlo en un entorno médico seguro, con presencia de anestesista y cirujanos dermatológicos experimentados, la tecnología más avanzada y un equipo médico preparado.
Hoy en día existe un gran número opciones dónde someterse a un trasplante capilar. A consecuencia de este boom por las intervenciones, se han destapado casos de todo tipo, como de algunos centros que no cumplen, ni aseguran con garantía el mejor tratamiento posible ni la salud de los pacientes.
En un entorno de alta demanda por la cirugía de la calvicie, hay que señalar que los mejores resultados posibles solo se obtendrán combinando la experiencia de profesionales acreditados y el uso de la tecnología más avanzada. Estamos en la obligación de alertar del peligro que supone someterse a un tratamiento quirúrgico sin hacerlo en un entorno seguro en cuanto a la clínica y a la experiencia del cirujano que opera”.