La alopecia femenina aunque silente está mucho más extendida de lo que nos pueda parecer. La parada o ralentización de su crecimiento por una parte o la totalidad de los folículos, la desvitalización de las células en el bulbo, el acortamiento de la fase anágena y la síntesis empeorada de proteínas, da lugar a un cabello más fino y frágil, que se va miniaturizando hasta desaparecer. La intervención precoz es la mejor opción como explica la Dra. Cristina Morante, medico estético y responsable de la Unidad de Alopecia de Instituto Médico Láser (IML).
Tipos de alopecia femenina
Insidiosa, difusa y progresiva, es una alopecia que conserva la línea de nacimiento y suele ir precedida por una miniaturización del pelo, cuyo calibre pasa de los 0,06 mm a los 0,033 mm. Tiene un efecto psicológico devastador y suele obedecer a factores genéticos, hormonales, celulares y medioambientales.
La alopecia femenina parece estar vinculada al metabolismo de las prostaglandinas, pero no da la cara en las analíticas. Más frecuente de lo que se cree, afecta al 6-12% de las mujeres con menos de 30 años, al 25% de las que han cumplido 48 y al 55% de las que tienen 70.
Las señales de alarma además de las evidentes como el pelo afinado y sin vida, opaco y sin cuerpo, se manifiestan cuando la cabellera posee más tallos en fase telógena (involución) que en fase anágena (crecimiento) y el cuero cabelludo presenta una inflamación perifolicular.
Esta alopecia difusa de patrón femenino suele responder al tratamiento farmacológico adecuado, que se prescribe en función de una analítica bioquímica (hierro, ferritina, vitamina D) endocrinológica (testosterona, estrógenos, prolactica, THS, T4, DHEA) e inmulógica (proteína C reactiva, anticuerpos antinucleares).
Tratamientos y resultados
Los tratamientos consiguen una rápida y visible mejoría. Los resultados se evidencian con el frenazo inmediato de la caída, que lleva aparejado una mayor densidad capilar y vitalidad del tallo. El aumento de su calibre se observa a los 6 meses, que son los necesarios para su crecimiento.
– Carboxiterapia. Microinyecciones que introducen 5 ml de CO2 en el cuero cabelludo y tienen un efecto directo sobre el bulbo piloso, donde se produce una estimulación de su papila dérmica. La carboxiterapia mejora el rendimiento de los microvasos que nutren los folículos, aumenta el nivel de oxígeno en los tejidos, estimula los factores de crecimiento endoteliales y promueve la síntesis de colágeno. El tratamiento requiere entre 4 y 10 sesiones.
– PRP. Son factores de crecimiento plaquetario, péptidos biológicamente activos, que se extraen de la propia sangre y se infiltran en el cuero cabelludo para activar las células madre y mejorar los folículos pilosos. Estimulan la generación de brotes vasculares nuevos, que redundan en la microcirculación y en el transporte de micronutrientes al folículo piloso. Requieren 3 sesiones, que se espacian cada 2 ó 3 semanas.
– Mesoterapia. Infiltración a nivel intradérmico de sustancias especialmente seleccionadas por ser efectivas contra la alopecia. Se trata de un coctel personalizado, a razón de 5-10 ml por sesión, que lleva minerales y coenzimas, vitaminas del grupo B, aminoácidos, ácidos nucleicos y péptidos. El tratamiento requiere de 4 a 10 sesiones.