Según explica el Dr. Moisés Martín Anaya, cirujano plástico, la papada no es cuestión de edad y apenas de cuidado de personal y dieta. Es un problema relacionado con la herencia genética y así, con 30 años ya hay personas con una distribución de la grasa muy marcada en la zona cervical. Ocurre lo mismo en otras áreas del cuerpo como los tobillos o la cara externa de los muslos”.
“Si hablamos de género, la diferencia estriba”, explica el cirujano, “en la diferente densidad de los cartílagos masculinos, la presencia de más vello en la zona submentoniana y las distintas características de la piel del hombre”.
No obstante, ni ellos ni ellas, parecen optar por el lifting cervical como primera opción a la hora de buscar soluciones para eliminarla. Ni dentro ni fuera de nuestras fronteras encontramos esta intervención dentro del top cinco de las más solicitadas. Así lo documentan los recientes informes de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) en España y de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS).
“Para eliminar el exceso de grasa bajo el cuello sin tener que pasar por el quirófano la medicina estética ofrece hoy varias soluciones, menos eficaces que la tradicional cirugía”, explica el doctor, “la más conocida es la inyección de ácido dexosicólido, una aplicación que perdigue la destrucción de las células grasas.
Otra fórmula conocida es el lifting biomolecular que funciona con tecnología HIFIy que mediante la generación de calor trata también las arrugas del cuello conocidas como círculo de venus o, en una acepción menos romántica, cuello smartphone. Este último procede de la postura mantenida que produce la consulta constante al teléfono móvil y cuyos efectos en la piel de la zona cervical se verán, sobre todo, en las próximas generaciones”.
Cirugía estética
Para el Dr. Martín Anaya, “las soluciones realmente efectivas pasan por quirófano, dentro de una línea, en este caso, de mayor a menor exigencia, según necesidades y deseos del paciente. Una solución intermedia es la liposucción de la grasa del cuello y, si estamos realizando a la par una operación de mentón, una retracción del tejido excedente. Se trata de darle más profundidad a la zona del cuello y más proyección a la barbilla.
Se trata en definitiva, de definir, de contornear y de tratar la caída y el descolgamiento propios de la edad, conocidos como cuello de pavo. El lifting cervical”, explica el especialista, “es más integrador y trabaja dentro de una visión más completa.
En esta línea la cirugía estética ofrece dos soluciones según la mayor o menor búsqueda de rejuvenecimiento del paciente. El procedimiento tradicional se queda en un nivel más superficial en cuanto a las estructuras. Se podría decir que estira menos porque no aborda las glándulas submandilares. Más efectiva en cuanto a resultados, pero de mayor posible complicación es la cirugía que recorta estas glándulas y trata a la vez la grasa que se encuentra bajo el platisma, el músculo que se prolonga desde la mandíbula a la clavícula”, finaliza el doctor.